La Década Moderada y el Bienio Progresista en España: Reformas y Transformaciones

Clasificado en Historia

Escrito el en español con un tamaño de 3,72 KB

La Década Moderada (1844-54)

Cuando Narváez llega al gobierno, inicia unas reformas que limitan las libertades de los progresistas, fortalecen el poder de la corona y organizan una administración centralista.

Las reformas moderadas y la Constitución de 1845

Se suprime la Milicia Nacional y se sustituye por la Guardia Civil con estatus militar, encargada de guardar el orden público y la propiedad privada, bajo las órdenes del delegado del gobierno de la provincia. En 1845 se suprime el carácter electivo de los alcaldes y se aprueba la Ley de Ayuntamientos. Se controló la libertad de prensa y se promulgó la Constitución de 1845, que sustituyó el principio de soberanía nacional por el de soberanía compartida, limitando el poder de las Cortes y ampliando el de la Corona.

El clericalismo moderado: el Concordato de 1851

Otro aspecto de la Constitución fue la declaración de que la religión oficial era la católica, apostólica y romana. Los moderados intentaban restablecer lazos con el Papa y negociaron un Concordato con la Santa Sede en 1851. El Concordato interpretaba que la única religión era la católica. Las consecuencias fueron la intervención de los obispos en la educación, el apoyo que los gobiernos daban en la represión a los disidentes y la censura de obras sobre religión. En lo político, los moderados consiguieron la aceptación de Roma de que los bienes que fueron desamortizados pertenecieran a sus nuevos dueños y la renovación de los obispos. Cuando quedaba vacante alguna diócesis, el gobierno proponía tres candidatos a Roma para que el Papa eligiera. Los gobiernos proponían a personas afines a sus programas liberales moderados.

La organización de la administración

Los objetivos de los moderados son tres:

  1. Un orden jurídico unitario, con leyes que sirvan para todos. Esto implica la eliminación de todos los fueros y leyes particulares. Se redacta un Código Civil para delitos leves y un Código Penal para delitos mayores.
  2. Centralización de la Administración, basada en una reforma territorial de Javier de Burgos. El país se organiza en provincias, siendo los gobernadores provinciales la autoridad de la provincia. También se centraliza la enseñanza pública según el modelo francés.
  3. Reforma de la Hacienda pública (recaudar impuestos). Se refunden los impuestos en pocos con el fin de racionalizar su cobro. A pesar de que se centra en realizar impuestos, la falta de un catastro no pudo evitar el fraude.

El Bienio Progresista (1854-56)

El favoritismo y la corrupción en la política económica y financiera de los moderados provocaron movimientos en contra del poder. Así se llega a la revolución de 1854, en la que, después de un pronunciamiento militar, se llega a un gobierno liberal radical. En 1854, O'Donnell se pronuncia en Vicálvaro enfrentándose a los ejércitos del gobierno. A este se une el general Serrano y lanzan el Manifiesto al País con promesas progresistas. Esta revolución se convirtió en un movimiento popular progresista y la reina Isabel II decidió entregar el gobierno a Espartero.

Reformas progresistas del bienio

Este texto refleja el ideario del liberalismo progresista: soberanía nacional, limitaciones de poder de la corona, vuelta a la Milicia Nacional, alcaldes elegidos por el pueblo, un senado elegido por votantes, autonomía de las Cortes y primacía del Congreso sobre el Senado y tolerancia religiosa. A estos años corresponden las desamortizaciones de Madoz (se expropian terrenos para venderlos), la Ley de Ferrocarriles, la Ley bancaria y la creación del Banco de España, con el fin de atraer capital extranjero y aumentar la actividad y el desarrollo.

Entradas relacionadas: