La Década Ominosa (1823-1833): El Reinado Absolutista de Fernando VII y la Crisis Sucesoria

Clasificado en Historia

Escrito el en español con un tamaño de 3,38 KB

La Década Ominosa (1823-1833): El Reinado Absolutista de Fernando VII

La Década Ominosa (1823-1833) marcó la última etapa del reinado de Fernando VII, caracterizada por el restablecimiento de sus poderes absolutos tras el Trienio Liberal. Este periodo se distinguió por un intenso exilio y severas represalias contra los opositores. Los liberales más prominentes se vieron forzados a huir de la represión, buscando refugio principalmente en Inglaterra y Francia.

Represión y Control Absolutista

Los primeros años de la Década Ominosa fueron particularmente duros. Se implementaron medidas drásticas destinadas a depurar las instituciones de cualquier influencia liberal, destacando la creación de las "Juntas de Purificación". La libertad de prensa e imprenta fue suprimida, y la universidad permaneció clausurada durante dos años. Además, se estableció una nueva policía para asumir parte de las competencias que había tenido la Inquisición, la cual fue abolida definitivamente en este periodo.

Desafíos Económicos y Reformas Limitadas

A pesar del control político, el monarca se enfrentaba a una complicada situación de las finanzas del Estado. Para buscar soluciones, Fernando VII recurrió a antiguos ilustrados y moderados. Entre las medidas de activación económica más notables, sobresale una reforma de la Hacienda Pública que logró incrementar la recaudación en un 25%. También se impulsó la construcción de carreteras, se organizó una exposición industrial y se intentó introducir elementos de la Revolución Industrial. Se creó la primera bolsa de valores en España y el Banco de San Fernando, con el objetivo de regular la Hacienda Pública.

Sin embargo, estas iniciativas no fueron suficientes para financiar todos los proyectos necesarios. La reforma fiscal profunda que el país requería no pudo llevarse a cabo, ya que habría afectado directamente a las clases sociales privilegiadas, un pilar del absolutismo. Otras alternativas de financiación, como la solicitud de créditos externos, tampoco eran viables, pues los banqueros ya habían concedido préstamos al gobierno del Trienio Liberal y esperaban su recuperación con el retorno de los liberales al poder.

El Final del Reinado y la Crisis Sucesoria

El final del reinado de Fernando VII coincidió con una nueva oleada de levantamientos revolucionarios liberales en Europa durante 1830. En España, algunos exiliados liberales regresaron con la esperanza de que esta oleada también alcanzara el país, pero sus intentos de instaurar el liberalismo volvieron a fracasar.

El periodo concluyó con la muerte del rey en 1833, un evento que agravó la situación debido al crucial problema de sucesión. Fernando VII había dejado como heredera a su hija Isabel, de tan solo tres años. Esta decisión no fue aceptada por los sectores más radicales del absolutismo, quienes se oponían a que una mujer reinara. Su candidato al trono era el infante Carlos María Isidro, hermano del rey y ferviente partidario del absolutismo más intransigente. Este conflicto dinástico desembocó en una guerra civil, reavivando la pugna histórica entre absolutismo y liberalismo en España.

Entradas relacionadas: