El Declive de la Restauración Europea: Liberalismo y Nacionalismo en el Siglo XIX
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Los Grandes Principios de la Restauración
La Restauración, período posterior a las Guerras Napoleónicas, se fundamentó en varios pilares esenciales para restablecer el orden monárquico y conservador en Europa. Los grandes principios que la guiaron fueron:
- Legitimismo: Reconocimiento de las dinastías históricas y su derecho divino a gobernar.
- Responsabilidad: En virtud del cual cada monarca se comprometía a mantener la estabilidad política en su reino, siendo responsable de no alterar la situación acordada en Viena.
- Celebración de Congresos: Se acordó celebrar congresos cuando un determinado país lo aconsejara, es decir, cuando fuera necesario, para tomar decisiones conjuntas.
- Principio de Intervención: En virtud del cual cada monarca asumía que, en caso de atravesar problemas que pudieran conducirlo a perder el control de la situación, aceptaba la intervención extranjera.
El Freno Inicial al Liberalismo y sus Desafíos
La Restauración logró, en un principio, frenar el avance del liberalismo. La Santa Alianza funcionó, por ejemplo, en España, donde se tomó Madrid en 1823 por los Cien Mil Hijos de San Luis, a las órdenes del Duque de Angulema.
Pero la Historia no volvió atrás. Pronto aparecieron disensiones estratégicas o intereses económicos que explican hechos como la Independencia de Grecia (1822-1830). Grecia comenzó una guerra de emancipación en la que se combinaron el combate por la independencia y por el liberalismo. La creación en Europa de un país liberal no encajaba en la Europa del momento, pero aun así fueron apoyados por Gran Bretaña por lo dicho anteriormente: intereses. Gran Bretaña estaba en plena Revolución Industrial y necesitaba un aliado en el Mediterráneo Oriental, ya que tenía problemas con el Imperio Otomano.
El Auge del Liberalismo y el Nacionalismo
Hubo un avance del liberalismo y del nacionalismo. Por ejemplo, en Francia, el liberalismo protagonizó una revolución en 1830 que liquidó la Restauración y la dinastía de los Borbones.
En ese mismo año, el ejemplo más sintomático de toda esta ruptura que se produjo 15 años después de su configuración fue la independencia de Bélgica. Hubo una lucha independentista para desvincularse de los Países Bajos, y tuvo un apoyo franco-británico: de Francia, por cuestiones culturales y por el liberalismo, dando el empuje final con el triunfo de su revolución liberal; y de Gran Bretaña, por el interés que tenía en su comercio.
El Fin de la Restauración
En algunos países se intentó montar una estructura que reconciliara a ambas fuerzas y creara un equilibrio, pero no fue posible. El inicio de la década de 1830 supuso el final de la Restauración.