El Declive del Sistema Político de la Restauración en España (1902-1923)
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El Declive del Sistema Político de la Restauración
El sistema político de la Restauración, ideado por Antonio Cánovas del Castillo, comenzó a deteriorarse tras su muerte. Este deterioro se acentuó con el fallecimiento de otras figuras clave como Sagasta y Silvela, y por la crisis interna de los partidos dinásticos (Conservador y Liberal), que terminaron dividiéndose.
Se intentó mantener la alternancia bipartidista conservadora-liberal, pero fracasó debido a la inestabilidad política, marcada por eventos como la caída del gobierno de Maura tras la Semana Trágica de Barcelona en 1909 y el asesinato de Canalejas en 1912. Ante la incapacidad de formar gobiernos estables, se recurrió a los gobiernos de gestión (para cuestiones puntuales) y a los gobiernos de concentración (para abordar problemas graves).
Problemas durante el Reinado de Alfonso XIII
Alfonso XIII heredó un sistema con importantes desafíos. Debía adecuar la Constitución de 1876 a los nuevos tiempos y eliminar vicios del sistema como el caciquismo, la farsa electoral y el creciente peso de los regionalismos. A pesar de los intentos, no se logró una reforma profunda. La polarización social y política también se manifestaba en el enfrentamiento entre sectores anticlericales y clericales.
La Guerra de Marruecos
La presencia española en Marruecos fue consecuencia del reparto colonial de África. España aspiraba a controlar una zona del norte de Marruecos, buscando beneficios económicos a través de su explotación. La Conferencia de Algeciras en 1906 formalizó la división de Marruecos en dos protectorados: uno mayor y más rico para Francia, y otro, más pobre y conflictivo, para España.
La ocupación del protectorado español dio lugar a constantes enfrentamientos con las tribus locales. Las guerrillas rifeñas, lideradas por figuras como Abd-el-Krim, pusieron en jaque al ejército español, culminando en el Desastre de Annual en 1921, donde murieron miles de soldados, incluyendo el general Silvestre.
La Semana Trágica de Barcelona (1909)
Este evento puso fin al gobierno de Antonio Maura. La causa inmediata fue la protesta popular contra la movilización de reservistas catalanes para ser enviados a la guerra en Marruecos. La represión gubernamental fue muy dura. El anarquista Francesc Ferrer i Guàrdia fue fusilado, acusado de haber instigado los disturbios, lo que provocó una fuerte protesta a nivel nacional e internacional. La crisis resultante contribuyó a la fragmentación del partido conservador de Maura en facciones 'mauristas' y 'datistas' (seguidores de Eduardo Dato).
La Crisis de 1917
La crisis de 1917 tuvo su origen en la propia crisis del sistema de partidos y se vio agravada por los efectos de la Primera Guerra Mundial (aunque España se mantuvo neutral, hubo consecuencias económicas y sociales). Se vivía un ambiente de gran crispación social y política, con sectores que anhelaban una revolución, influenciados por los acontecimientos en Rusia.
Esta crisis se manifestó en tres frentes principales:
- Crisis militar: Surgimiento de las Juntas de Defensa, organizaciones corporativas de militares que reclamaban mejoras profesionales y se inmiscuían en política.
- Crisis política: Convocatoria de una Asamblea de Parlamentarios en Barcelona, organizada por Francesc Cambó (líder de la Lliga Regionalista), que buscaba una reforma constitucional y la autonomía de Cataluña.
- Crisis social: Convocatoria de una Huelga General revolucionaria por parte de UGT y CNT, que paralizó el país.
Aunque la Asamblea de Parlamentarios no logró sus objetivos y la Huelga General fue duramente reprimida, la crisis de 1917 evidenció la debilidad del sistema y la necesidad de cambios profundos. Se hizo evidente que la única salida para la monarquía pasaba por la formación de gobiernos de concentración nacional.
La Dictadura de Primo de Rivera
En este contexto de inestabilidad política, social y militar, agravado por el descontento tras el Desastre de Annual y la investigación parlamentaria (Expediente Picasso), el general Miguel Primo de Rivera dio un golpe de Estado en Barcelona el 13 de septiembre de 1923. Alfonso XIII, en lugar de oponerse, le encargó la formación de un gobierno.
La dictadura recibió el apoyo inicial de amplios sectores de la sociedad, cansados de la inestabilidad (la llamada 'masa neutra'). La dictadura se desarrolló en dos fases:
- Directorio Militar (1923-1925): Fase inicial centrada en el mantenimiento del orden público y la resolución del problema de Marruecos (desembarco de Alhucemas).
- Directorio Civil (1925-1930): Fase en la que se intentó institucionalizar el régimen, creando la Asamblea Nacional Consultiva y el partido único (Unión Patriótica), pero que terminó fracasando por la pérdida de apoyos y la oposición creciente.