El declive del sistema de la Restauración en España
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Las causas principales que provocaron la crisis del sistema fueron el aislamiento de la clase obrera, propiciado por los dos partidos que se turnaban en el gobierno (conservadores y liberales), y el caciquismo.
Características de los partidos gobernantes
Los liberales eran más proclives a políticas sociales y más tolerantes con republicanos y obreros, mientras que los conservadores protegían más los intereses de la Iglesia y utilizaban más la represión.
Surgimiento de nuevas fuerzas políticas
Mientras tanto, otras políticas ausentes en el parlamento iban in crescendo, como el caso de las asociaciones sindicales y nuevos partidos políticos como:
- El PSOE (1879), del que luego se escindiría el PCE (1921) como consecuencia de la revolución bolchevique.
- La UGT (1888).
- La CNT (1910).
El caciquismo
En cuanto al caciquismo, que no era nuevo en España, llegó a sus últimas consecuencias durante este periodo. Cada partido tenía una red caciquil extendida por todas las provincias, que se quebraba en las grandes ciudades, donde una mayor educación política y la posibilidad de independencia impedían su desarrollo.
Causas del caciquismo
Las causas de este sistema oligárquico y caciquil hay que buscarlas en tres niveles:
- Estructura social: permitía a los propietarios agrarios el control de un campesinado mayoritariamente analfabeto y sin posibilidades de escapar de la miseria.
- Sistema político bipartidista (liberal-conservador): excluía del parlamento otras formaciones políticas e ignoraba sus intereses.
- Marco constitucional y legal (Constitución de 1876): opuesto a un régimen parlamentario. El gobierno, con la connivencia de la monarquía, controlaba el parlamento, convocaba elecciones y disolvía las cortes a base de decretos. Esto permitía al partido de turno formar mayorías parlamentarias.
Declive del bipartidismo
Regeneracionistas, reformistas, republicanos, socialistas, nacionalistas y regionalistas se fortalecían, mientras que ni la corona ni los partidos en el gobierno eran capaces de enfrentarse a los problemas. A esto se sumaba la crisis del propio bipartidismo. La herencia de Cánovas fue recibida por Maura.