La Deducción Cartesiana: Del Cogito a la Realidad y Dios
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El Pensamiento Cartesiano: Del Cogito a la Realidad
En el fragmento del texto que vamos a comentar del Discurso del Método, Parte IV, de René Descartes, el autor parte de la evidencia de la existencia del cogito. Esta certeza de mi yo-pensamiento será el principio metodológico del cual deducir las otras verdades.
La Certeza del Cogito y el Criterio de Verdad
Encontrada la certeza primera y el criterio de certeza, hacía falta hacer de aquella un principio productor de otras verdades. Esta existencia indudable del yo no parece implicar, sin embargo, la existencia de ninguna otra realidad. La autoconciencia revela la naturaleza de la res cogitans, una cosa que piensa, duda, se equivoca, y si duda, es imperfecta.
La Idea de Perfección y la Existencia de Dios
Por otro lado, no podría comprender que soy imperfecto si no tuviera ya la idea de perfección, la idea de Dios. El pensamiento piensa siempre ideas; el pensamiento no recae sobre la realidad, sino sobre las ideas; se trata de una realidad objetiva y un acto mental. En cuanto a "actos mentales", todas las ideas poseen la misma realidad; en cuanto a su contenido, la realidad es diversa. Una idea no puede derivar sino de un ser que tenga un grado de existencia o de perfección igual o mayor que el que la idea posee. Por tanto, la idea de Dios es externa, innata.
Tipos de Ideas según Descartes
Descartes habla de tres tipos de ideas:
- Adventicias: que parecen provenir de la experiencia sensible.
- Ideas facticias: creadas por la razón a partir de los datos propuestos por los sentidos.
- Innatas: que forman parte de la estructura de la mente, de la razón.
Las Pruebas de la Existencia de Dios
La existencia de Dios es demostrada a partir de la idea de Dios. El autor señala tres pruebas de la existencia de Dios que existen como causa de la idea de Dios en mí:
- El argumento ontológico de San Anselmo.
- Un argumento basado en la causalidad aplicada a la idea de Dios que parte de la realidad objetiva de las ideas, citada anteriormente.
- De la idea de Dios, el autor concluye la existencia de la realidad material; un Dios bueno y veraz, que no puede engañar, se convierte en garantía de la existencia de la res extensa... es decir, el mundo.
Dios como Garante de la Verdad
Dios se convierte en garante último de la verdad y objetividad del pensamiento.