Democracia en Atenas: Origen, Sofistas y el Contraste Socrático

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El Origen y Evolución de la Democracia Ateniense

La democracia llegó a Atenas entre los siglos VI y V a. C. Impulsada por figuras clave como Solón, Clístenes y, sobre todo, Pericles. Este sistema se mantuvo fundamentalmente hasta que la conquista macedónica impuso su eliminación en el año 322 a. C.

La democracia ateniense era una democracia directa, pues los ciudadanos participaban, sin intermediarios ni representantes, en la legislación y el gobierno.

Deficiencias de la Democracia Ateniense

Sin embargo, este sistema tenía algunas deficiencias significativas:

  • Los derechos y privilegios democráticos estaban restringidos a una cierta parte de la población. Ni las mujeres, ni los metecos (ciudadanos de origen extranjero), ni los esclavos tenían derecho a voto.
  • Existía un problema fundamental en la democracia: la influenciabilidad del pueblo. La opinión de la mayoría podía ser fácilmente manipulada por los demagogos.

Los Sofistas: Maestros de la Oratoria y la Persuasión

En este contexto, aparecen en Atenas los sofistas, considerados los maestros de la democracia. Eran extranjeros cultos y grandes viajeros que aportaban nuevas ideas que fueron acogidas con entusiasmo por la juventud ateniense y que llegaron a recibir el nombre de Ilustración griega.

Como extranjeros, no tenían derecho a participar en la política de la ciudad, así que se dedicaron a enseñar, a cambio de dinero, cómo triunfar en política y en los tribunales. Enseñaban oratoria para que sus alumnos supieran hablar en público, ya que todo el sistema democrático ateniense estaba basado en el uso de la palabra.

Filosofía Sofista: Relativismo y Convencionalismo

Los sofistas consideraban más importante la forma de decir las cosas que la verdad o falsedad que contenían sus palabras. Se trataba de que la gente se creyera el discurso, de que fuera persuasivo.

Defendían el relativismo (considerar que no existe una verdad absoluta) y el convencionalismo (el origen de las instituciones, de las normas y de los valores de la sociedad son fruto de los acuerdos entre los hombres). La gran enseñanza de los sofistas para la democracia, tanto para bien como para mal, fue darse cuenta del valor de las palabras, de la oratoria.

Sócrates: El Contrapunto a la Filosofía Sofista

Frente a ellos estaba la figura de Sócrates, que defendía la existencia de una verdad inmutable y única frente al convencionalismo y relativismo sofista. Sócrates, como más tarde Platón y Aristóteles, consideraba que los sofistas no eran más que embaucadores o demagogos.

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