Democracia y Desarrollo: Rousseau, Mill y Marx
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La Democracia como Desarrollo: Un Enfoque Filosófico
La democracia como desarrollo se considera algo más que un equilibrio de intereses egoístas, puesto que implica el desarrollo moral y social de los individuos. También se preocupa por las condiciones materiales de vida y exige igualdad material y una ciudadanía activa y participativa. El nacimiento de esta concepción de la democracia viene derivado, por un lado, porque la clase obrera empezaba a organizarse en sindicatos, perdiendo así el carácter de pasividad y, en segundo lugar, porque las condiciones de vida de la clase trabajadora se estaban haciendo inhumanas.
Rousseau y la Voluntad General
Rousseau defenderá el republicanismo como el sistema que mejor cuadra con la voluntad general. La soberanía debe quedarse en el pueblo, que solo es soberano cuando participa. Los ciudadanos solo pueden estar obligados a una ley que ellos mismos se han dado. Es imprescindible para ello que la igualdad acompañe a la libertad. La igualdad de derechos será real en el momento que no existan grandes diferencias en las condiciones materiales de vida. Rousseau se dio cuenta de que las leyes favorecen a los que más tienen y que el sistema político que deriva de la voluntad general es la democracia directa.
Mill y el Desarrollo Moral
En la democracia, los derechos fundamentales de las personas a la vida, la libertad y la propiedad se añaden a la concepción política como medio de racionalizar la vida social y el control del gobierno mediante el sufragio universal. Mill introducirá el desarrollo moral de los ciudadanos y la función felicitante. Para Mill, las acciones son buenas o malas en relación a la felicidad que promueven, concibe la felicidad como algo general: hedonismo universalista. Otras características de esta democracia es que lo que diferencia al hombre del resto de la naturaleza es su libertad y que la democracia es un fin en sí misma. Se busca un gobierno representativo, ya que la participación deriva de la necesidad de desarrollar la razón y la moral humana. Esto nos llevará a una democracia participativa y no directa, que tiene el peligro de una mayoría tiránica y el riesgo de una excesiva burocratización. Como las demandas de las clases sociales más numerosas podían inclinar el poder al egoísmo, Mill defenderá que el voto de un obrero y un intelectual no valieran lo mismo. Mill no reconoció el sistema económico capitalista como el causante de las desigualdades.
Marx y la Crítica al Capitalismo
En la democracia real, la sociedad civil era para Marx la multitud egoísta, la explotación salarial capitalista y la desigualdad jurídica. Para Marx, el hombre es un ser social y no puede considerarse independiente y, por lo tanto, si lo característico del hombre es el trabajo, habrá que ver por qué hay esclavitud. El modo de producción capitalista es el consumismo, en él asistimos al final del estado como garante de la sociedad civil separada. Los cargos administrativos, judiciales y educativos son elegidos mediante sufragio y los electores tienen en todo momento el derecho de revocarlos.
Limitaciones y Alternativas
Este modelo no tiene en cuenta una serie de factores que imposibilitan su implantación en sociedades grandes y complejas. La alternativa no puede estar en la democracia representativa y directa, sino en el significado de representación.