La democracia como forma de vida
Clasificado en Ciencias sociales
Escrito el en español con un tamaño de 3,45 KB
La democracia no solo implica una forma de organización sino un estilo de vida. John Dewey insistió en este aspecto para poder construir sociedades con una organización política democrática. Implica los siguientes aspectos:
Somos agentes de nuestras propias vidas y debemos asumir el protagonismo que nos corresponde, no dejarlo en manos de otras personas.
Debemos ejercer libremente nuestra capacidad de pensar y actuar, sin estar sometidos a órdenes procedentes de otras personas.
Deliberación y argumentación forman parte de una vida democrática.
Gozamos de una igualdad de base que exige ser tratados siempre como fines y nunca como medios o instrumentos.
Los problemas deben ser resueltos de forma cooperativa.
Debería empapar también la vida familiar y la actividad económica, teniendo en cuenta que las desigualdades existentes en esos ámbitos no deben ser excusa para no incorporar hábitos de comportamiento democráticos.
La democracia en la Grecia Clásica
La primera vez que se plantea de manera rigurosa algo parecido a lo que hoy entendemos como democracia es en la Grecia clásica. Se afirman como exigencias:
La isegoría, la igualdad de derecho a la palabra en las asambleas. Todos tienen derecho a exponer libremente sus propuestas.
La parresía, literalmente “decirlo todo” y “hablar libremente”. Implicaba un compromiso con la veracidad, para argumentar nuestra idea.
La isonomía, “igualdad ante la ley”, leyes hechas entre todos, que se aplicaban también a todos. Nadie estaba por encima de la ley.
Hasta mediados del siglo XX no se consigue que sean reconocidos a todas las personas que viven en el marco del Estado, independientemente de su origen social, riqueza, sexo, grupo étnico o religión.
La democracia contemporánea
Surge así la democracia en sentido contemporáneo, basada en nuevos principios:
Todos los seres humanos tenemos unos derechos y somos libres e iguales.
Para evitar los excesos de poder se dividen los poderes (legislativo, judicial, ejecutivo).
Los ciudadanos participan en la sociedad, eligiendo cada cierto tiempo a quienes han de ocupar los puestos del poder legislativo y ejecutivo.
Los poderes deben garantizar las adecuadas condiciones de vida de los ciudadanos con políticas guiadas por el principio de fraternidad y solidaridad.
Desde finales de los años setenta del pasado siglo se mantienen vivas dos polémicas:
Un sector insiste más en garantizar los derechos individuales, en especial la libertad de expresión y actuación. Otro sector insiste más en garantizar los derechos sociales y económicos, poniendo énfasis en la igualdad.
Un sector considera que se produce un exceso de democracia, otro sector considera que la democracia es todavía insuficiente y que no ha logrado convertir sus principios en democracia real.