Democracia Participativa: Fundamentos, Beneficios y Desafíos

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Modelo Democrático-Participativo

La Asamblea era el centro de la vida política en la que los ciudadanos participaban directamente, cumplían con funciones legislativas, ocupaban por sorteo y durante periodos muy breves cargos ejecutivos, ejercían directamente funciones judiciales en los jurados populares, etc. Lo esencial en esta forma de democracia directa era la participación activa del cuerpo de los ciudadanos, que se autogobernaba por turnos mediante los principios de isonomía (igualdad política) e isegoría (libertad para tomar la palabra en la Asamblea).

Cuando a partir del siglo XVIII las discusiones sobre la democracia se reviven, los partidarios del modelo liberal proyectivo rechazan esta forma de democracia por desequilibrada y peligrosa (dado que todo el poder se concentra en un solo cuerpo político: la Asamblea), poco respetuosa de los derechos individuales, etc.

Otros teóricos afirmaban la superioridad del modelo de democracia directa de corte ateniense, pero afirmaban la imposibilidad de implantarlo en las sociedades modernas mucho más grandes y complejas.

El principio básico de la relectura moderna del modelo democrático participativo es que resulta insuficiente hacer girar la definición de democracia alrededor de la idea de protección de los intereses individuales y que tal idea debe ser contrapesada con la exigencia de participación política ciudadana. Tal participación sirve al mismo tiempo para: garantizar el autogobierno colectivo y lograr crear una ciudadanía informada y comprometida con el bien público. La comunidad democrática no debe ser definida en términos de individualismo competitivo, conflictivo y egoísta, sino como una comunidad de personas que comparten decisivamente ciertos objetivos y aspiran a ejercitar y desarrollar en comunidad sus capacidades humanas.

Rasgos Clave del Modelo Democrático Participativo

Ciertos rasgos dejados de lado en el modelo anterior:

  • Deliberación conjunta en la esfera pública
  • Autodesarrollo individual a través de la participación
  • Sufragio universal y sus ciudadanos de las instituciones mediadoras de participación
  • Participación ciudadana en una sociedad civil densa y poblada de instituciones mediadoras
  • Democracia considerada como una forma de vida, no solo como un conjunto de instituciones

Desafíos del Modelo Democrático Participativo

El problema de este modelo de democracia es el de descubrir los medios a través de los cuales el pueblo puede hacerse presente en los principales centros de decisión política y cómo producir una ciudadanía comprometida con los valores democráticos y con los hábitos necesarios a la democracia entendida como autogobierno.

Pero para conseguir generar ese sentido público es necesario promover la atenuación o eliminación de ciertas desigualdades sociales o económicas. Se supone que hay que dotar a los ciudadanos de la capacidad y de las posibilidades reales para hacerlo. Es decir, se supone que el incremento de la participación ciudadana mejoraría la eficacia en la gestión, disminuiría el burocratismo.

De hecho, estas ideas no serían más que una variante de lo que hoy se llama participación extensiva: es decir, llevar una participación a multitud de esferas, foros y ámbitos para mejorar la calidad de la democracia. El objetivo sería acercar a los ciudadanos los organismos de toma de decisiones a todos los niveles, lo que contribuiría a aumentar tanto el control sobre los representantes elegidos como el autogobierno directo de los ciudadanos en todos los lugares donde esto sea factible y razonable.

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