Densidad y Distribución de la Población en España: Análisis y Consecuencias
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II. Características de la Densidad de la Población en España
La densidad de población es la cantidad de personas que habitan en un lugar en relación al espacio que ocupan, medido en km². La distribución espacial analiza o estudia cómo se distribuye la población a lo largo del territorio.
Según la distribución de la población española, se caracteriza por:
- La tendencia de concentrarse en unas provincias concretas.
- El contraste entre un litoral muy poblado y un interior vacío.
- El contraste entre zonas urbanas muy pobladas y zonas rurales poco pobladas.
A lo largo de la historia de España, la distribución de la población ha variado:
- Época romana: Se concentraba en zonas mediterráneas y la Bética.
- Al-Ándalus: Los centros urbanos y zonas costeras eran más poblados.
- Etapa pre-estadística (antes del siglo XIX): Castilla, Cornisa Cantábrica y Valencia eran destacados por su alta población.
- Tras la pérdida de las colonias: El occidente andaluz también albergó población junto con el comercio americano.
- Desde el siglo XIX: La población se concentra en las áreas periféricas, especialmente con focos industriales en Cataluña, País Vasco y Asturias.
- Finales del siglo XX: Cataluña, Valencia, País Vasco, Canarias, Baleares, Andalucía y Madrid son las regiones más pobladas.
Las políticas franquistas intensificaron la polarización poblacional, acentuándose en la época democrática y el Estado de las autonomías. Actualmente, las regiones mediterráneas y ciertos núcleos de la Cornisa Cantábrica, Guadalquivir y provincias como Madrid, Valladolid y Zaragoza muestran crecimiento. La"España Vaciada" el interior peninsular, experimenta despoblación, envejecimiento y estancamiento económico.
La densidad poblacional, moderada (96 hab/km²), destaca en Madrid y Barcelona (más de 700 hab/km²) y es baja en Soria, Huesca, Zamora, Teruel y Cuenca.
Las comunidades autónomas más pobladas incluyen Madrid, País Vasco, Canarias, Cataluña, Islas Baleares y Comunidad Valenciana, mientras que Aragón, Castilla y León, Castilla-La Mancha y Extremadura son menos densamente pobladas. Andalucía, Galicia y Murcia están por encima de la media, y Andalucía, Cataluña, Madrid y Comunidad Valenciana representan el 30% del territorio y albergan al 60% de la población, mientras que Aragón, Castillas, Extremadura y Galicia ocupan el 60% del territorio y representan el 20% de la población. El interior presenta contrastes demográficos significativos en sus áreas rurales en comparación con las capitales y áreas metropolitanas.
III. Factores y Consecuencias de la Distribución Poblacional
Factores Geográficos:
- Clima: El interior peninsular enfrenta temperaturas extremas y escasas precipitaciones, afectando la elección de residencia y limitando la productividad agrícola y ganadera.
- Altitud: Presenta desafíos para la ocupación humana y complica las comunicaciones en diversas regiones.
Factores Demográficos:
- Los lugares poblados atraen migración, mientras que los poco poblados carecen de atracción.
- En las zonas con baja población, la mayoría es de edad avanzada, comprometiendo el relevo generacional.
- En contraste, las áreas densamente pobladas tienen una población joven con tendencia a la procreación.
- Además, la inmigración tiende a dirigirse hacia las zonas más pobladas.
Factores Socioeconómicos:
- Económicamente, las áreas densamente pobladas ofrecen más empleo y variedad.
- Socialmente, destacan por su amplia oferta cultural y de ocio, atrayendo principalmente a la población local.
Consecuencias del Reparto Desigual de la Población Española:
- Mayor oferta cultural, deportiva y de ocio en los lugares poblados y lo contrario en los menos poblados.
- Aumento de contaminación en las zonas pobladas.
- Riesgo de desaparición de los pueblos y abandono de zonas rurales necesarias para alimentar a la creciente población nacional.
- Aumento de la explotación laboral y relaciones laborales más efímeras en los lugares poblados.
- Nivel de vida más caro en los sitios más poblados.
- Problemas de vivienda y habitabilidad.
- Pérdida de identidad cultural de algunos núcleos.
- Relaciones sociales efímeras pero constantes en los lugares poblados, aislamiento y relaciones más estables en los lugares despoblados.
- Gran diferencia en cuanto a infraestructura de unos núcleos a otros, esto también se nota en cuanto a servicios tanto públicos como privados y de ocio.