Derechos y responsabilidades del paciente: seguridad y satisfacción
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Derechos y Responsabilidades del Paciente
Deberes de los Usuarios
- Entregar toda la información que se le solicita de manera clara, precisa y veraz.
- Cumplir apropiadamente con los compromisos económicos que se derivan de su atención.
- Mantener una relación interpersonal adecuada con el personal de salud que lo atiende y con otros usuarios.
- Respetar el Reglamento de funcionamiento de los establecimientos donde consulta.
- No dañar el patrimonio de los Servicios de Salud.
Propuesta de Indicadores de Satisfacción Usuaria
Estos indicadores se relacionan con las dimensiones abordadas en los estudios de satisfacción:
- % de usuarios satisfechos con la atención del establecimiento.
- % de usuarios satisfechos con el trato en SOME.
- % de usuarios satisfechos con el trato en farmacia.
- % de usuarios satisfechos con la atención de la línea 800.
Seguridad del Paciente y Gestión de Riesgos
Errores de Medicación y Gestión de Riesgos
En resumen, se postula que los gestores de riesgos formen parte de un equipo que debe analizar las causas de los incidentes que se producen, utilizar la información para implantar acciones de mejora e introducir los principios de gestión de riesgos de una forma integral en las actividades y en la cultura de las organizaciones para, en definitiva, crear y mantener cambios significativos en los sistemas que mejoren la calidad de la prestación de servicios sanitarios y la seguridad de los pacientes.
Fundamentos de las Estrategias de Mejora de la Seguridad
- Errar es humano: Es necesario asumir que, independientemente de la capacitación y del cuidado de las personas, los errores pueden ocurrir e invariablemente ocurrirán en cualquier proceso humano, incluyendo en el complejo sistema sanitario. Teniendo en cuenta que no es posible modificar la condición humana, para mejorar la seguridad de la asistencia, lo realista entonces será modificar las condiciones en las que las personas trabajan. Para ello es necesario crear sistemas sanitarios seguros que sean resistentes a los errores humanos, es decir, que ayuden a prevenir los errores, a identificarlos y/o a minimizar sus consecuencias.
- La seguridad no reside en los individuos, sino que es una característica de un sistema en su conjunto: Los errores deben analizarse desde la perspectiva de que se producen porque existen fallos en los componentes del sistema y no por incompetencia o fallos de los individuos, como ha sido el enfoque tradicional hasta ahora.
- Para mejorar la seguridad de los sistemas es preciso aprender de los propios errores que se producen: Solo así es posible identificar las causas que los originan y desarrollar estrategias para evitar que se repitan. Para ello es preciso crear una cultura profesional no punitiva que deseche la idea de culpabilidad y favorezca la comunicación y el análisis de los errores. En el ámbito sanitario, esto supone un enorme cambio cultural, puesto que tradicionalmente el sector médico y la propia sociedad han asumido que los profesionales sanitarios son “perfectos” y trabajan sin errores; esto es, que los errores son inaceptables o que están asociados a negligencia.