Desafíos Ambientales Globales: Clima, Atmósfera y Contaminación
Clasificado en Medicina y Ciencias de la salud
Escrito el en español con un tamaño de 4,02 KB
El planeta Tierra enfrenta diversos desafíos ambientales críticos, resultado en gran medida de la actividad humana. A continuación, se detallan algunos de los fenómenos más relevantes que impactan nuestro clima y atmósfera.
Potenciación del Efecto Invernadero
En la atmósfera existen de manera natural partículas de dióxido de carbono (CO2) que tienen la particularidad de absorber calor. Gracias a ello, la atmósfera tiene una temperatura unos 20ºC superior a la que tendría sin la existencia de este CO2. Este fenómeno es el efecto invernadero natural y es beneficioso para la vida en el planeta.
El problema surge cuando los seres humanos emitimos más CO2 debido a la quema de combustibles fósiles (petróleo y carbón). Las principales fuentes de estas combustiones son los vehículos, los sistemas de calefacción y las centrales térmicas.
La solución a este problema es compleja, puesto que no existe una alternativa clara que sustituya a estos combustibles y, además, falta voluntad por parte de sectores cuya riqueza económica se basa en este modelo energético. Los datos sobre el calentamiento global son ya irrefutables, por lo que los países se emplazaron a una cumbre mundial sobre el clima que se celebró en París en diciembre de 2015.
El año 2014 fue el más cálido desde que se tienen registros.
Lluvia Ácida
La combustión del carbón, principalmente en las centrales térmicas, provoca la emisión de óxidos de azufre y de nitrógeno. Estos óxidos reaccionan con el vapor de agua de la atmósfera y se convierten en ácido sulfúrico y ácido nítrico, que pasan a formar parte de las nubes. Estas nubes son arrastradas por el viento y, cuando la condensación es alta, descargan precipitando en forma de lluvia ácida. Esta lluvia quema todos los tejidos vegetales y animales, siendo la causante de la destrucción de grandes masas vegetales, tanto de vegetación primaria como secundaria.
La solución a este problema sería evitar la combustión de carbón en las centrales térmicas.
Protección de la Capa de Ozono
En las capas altas de la atmósfera existe una concentración de moléculas de ozono que nos protege de los efectos dañinos de la radiación ultravioleta del sol.
Hacia los años 70-80 del siglo XX, los estudios científicos mostraban que la capa de ozono se estaba reduciendo y que las zonas polares estaban siendo afectadas. La causa era la emisión a la atmósfera de clorofluorocarburos (CFC), que reaccionaban con el ozono y lo convertían en oxígeno (O2), el cual no protege contra los rayos ultravioleta.
En este caso, la comunidad internacional se puso de acuerdo para prohibir estos compuestos, que se utilizaban como refrigerantes. Después de adoptar estas medidas, la capa de ozono se ha ido recuperando, aunque no al ritmo deseado.
El hecho de que no se haya recuperado por completo hace necesaria una protección adicional contra los rayos ultravioleta del sol, mediante el uso de cremas protectoras, gafas de sol, etc.
Contaminación Urbana
Los sistemas de calefacción y los motores de los vehículos emiten a la atmósfera micropartículas sólidas de metales; muchas de ellas son tan finas que quedan suspendidas. El aire contaminado de la ciudad es más cálido, por lo que pesa menos y tiende a ascender. Al ascender, se enfría, pero llega un punto donde el aire frío de la atmósfera no le permite subir más.
En ese momento, el aire contaminado desciende por los costados y, al llegar al suelo, vuelve al centro de la ciudad para ocupar el lugar que deja el aire cálido al ascender. Esto crea un circuito cerrado de aire contaminado, conocido como campana de contaminación. La mezcla de aire contaminado con la niebla se denomina smog.
Este fenómeno se ve favorecido en situaciones anticiclónicas y, cuando sopla el viento, puede afectar a las zonas colindantes. Una solución a este problema sería limitar la circulación de vehículos diésel en las ciudades.