Desafíos Éticos del Siglo XXI: Pobreza, Desigualdad y Discriminación
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La ética social y económica.
La comunidad internacional ha emitido en el siglo XXI dos informes en los que identifica los problemas sociales y económicos más acuciantes y establece las metas para transformarlos. Se trabaja para conseguir una humanidad más justa, más igualitaria y más fraterna en términos éticos.
La desigualdad y la pobreza.
La pobreza es una lacra que sufren de forma extrema alrededor de mil millones de personas. El índice de pobreza se mide por parámetros como el acceso a la educación y a la asistencia sanitaria, a la energía, al agua, a la tierra y a los bienes básicos de consumo. La pobreza está asociada a la desigualdad. Los recursos no se reparten de forma equitativa: el 10 % de la humanidad posee el 80% de la riqueza.
La desigualdad entre hombres y mujeres.
La mujer sufre la llamada feminización de la pobreza: el 70% de personas pobres son mujeres; la desigualdad de tareas, especialmente las que afectan a los cuidados, y el trabajo del hogar no remunerado y no reconocido socialmente; la desigualdad laboral con la brecha salarial y el techo de cristal, etc. Deberíamos considerar que las diferencias entre hombres y mujeres, que los diferentes géneros no son más que construcciones sociales.
La discriminación y el respeto a las minorías.
La sociedad ha dejado fuera a muchos colectivos por razones distintas: identidad de género, minorías étnicas, trastornos mentales… El filósofo Michel Foucault nos recordaba que el concepto de “normal” sirve para establecer el modelo hegemónico y dejar fuera lo anormal: la condición de minoría ha dado lugar a discriminaciones como el racismo, la homofobia, etc. Algunas pensadoras, como Angela Davis, han incidido en lo que se ha llamado interseccionalidad, esto es, las opresiones simultáneas y sucesivas que sufren las personas que poseen varias condiciones que las convierten en minorías, como, en su caso, ser mujer, negra y de clase trabajadora. El respeto a las minorías, que conlleva sortear el problema del relativismo, es imprescindible en cualquier sociedad plural.