La Desamortización en España: Transformación Agraria y Consecuencias Socioeconómicas (Siglos XVIII-XIX)
Proceso de Desamortización y Cambios Agrarios en España
Introducción
Las desamortizaciones en España se inician a finales del siglo XVIII, pero las más importantes fueron las de Mendizábal y Madoz, destacando también los intentos durante las Cortes de Cádiz y el Trienio Liberal.
Objetivos de las Desamortizaciones
- Políticos: Los liberales pretendían crear una gran masa de propietarios que ligara sus intereses al liberalismo.
- Económicos: Intento de mejorar la situación económica en nuestro país.
- Fiscales: El objetivo era recaudar fondos para las arcas del Estado, para sufragar los gastos de las guerras o para afrontar las inversiones públicas.
- Sociales: Crear una clase media agraria.
Por desamortización entendemos la incautación estatal de bienes de propiedad colectiva, eclesiástica o civil y su posterior venta en subasta pública, pasando estos a formar una propiedad nueva, individual y plena.
Precedentes Desamortizadores hasta el Trienio Liberal
Existieron precedentes en otros países europeos. En Inglaterra, las Leyes de Cercamiento de las Propiedades Comunales (Enclosure Acts) a finales del siglo XVIII, y en Francia, también a finales del siglo XVIII, la venta de los bienes de los nobles huidos y del patrimonio de la Iglesia. En España, el primer precedente se dio con los Austrias, con la venta de tierras de la Iglesia con el fin de sufragar las guerras de defensa del catolicismo.
Durante el reinado de Carlos III, los pensadores ilustrados se percataron del problema que suponía tener fuera del mercado una gran cantidad de tierras. Aparecieron críticas a la amortización de los bienes, ya que los veían como la principal causa del estancamiento agrario y proponían detenerla, pero la Corona se opuso a ello.
Fue a partir de Godoy, durante el reinado de Carlos IV, cuando se consiguió que el Papa aceptara la imposición de algunos tributos a la Iglesia y el permiso para que se iniciara la incautación de algunos de sus bienes. Sin embargo, la mala distribución al destinar los fondos provocó un mayor crecimiento de la deuda pública.
Tanto el gobierno de José I Bonaparte como las Cortes de Cádiz realizaron una legislación que incluía la supresión de conventos con la consiguiente venta de sus propiedades y de bienes municipales. Fernando VII anulará estas medidas durante el Sexenio Absolutista (1814-1820).
En el Trienio Liberal (1820-1823), volvieron a entrar en vigor las decisiones de las Cortes de Cádiz. Los bienes fueron vendidos principalmente a burgueses y terratenientes, pero con la vuelta de Fernando VII y la restauración del absolutismo, se volvió a derogar esta legislación.
Aceleración del Proceso Desamortizador a partir de 1833
En 1833, el proceso desamortizador se precipitó por varias razones:
- La necesidad de obtener recursos para sufragar los gastos de las Guerras Carlistas.
- Se difundió por el país un creciente clima de anticlericalismo.
- Los compradores de bienes desamortizados en periodos anteriores presionaban al gobierno para que se les reconocieran y devolvieran sus propiedades adquiridas.