Desarrolla tu Comunicación: Escucha Activa y Asertividad para Relaciones Exitosas

Potencia tu Entendimiento: Beneficios de una Comprensión Profunda

Una mejor comprensión de los problemas nos aporta múltiples ventajas:

• Nos permite desarrollar planteamientos más variados y ecuánimes para solucionar dichos problemas.
• Nos concede la posibilidad de modificar nuestro punto de vista para que sea más equilibrado y se ajuste a una realidad más diversa.

Esta capacidad de comprensión es una habilidad fundamental que mejora las interacciones sociales y ayuda a prevenir y solucionar los conflictos de manera efectiva.

La Escucha Activa: Clave para Entender y Conectar

La escucha activa es una manera de escuchar lo que la otra persona nos dice con atención plena y con la intención genuina de comprenderla. Nos permite profundizar en sus sentimientos, ideas y pensamientos con el fin de interpretar lo más fielmente posible lo que nos intenta transmitir. Requiere una actitud completamente diferente a la pasividad que supone simplemente oír, y exige grandes dosis de empatía y concentración.

Obstáculos Comunes que Dificultan la Escucha Activa

Existen diversos comportamientos que pueden obstaculizar una escucha activa eficaz:

• Distracción interna: Hablamos o pensamos en nuestra respuesta prestando más atención a nuestras propias emociones y a lo que vamos a decir, en lugar de concentrarnos en lo que verdaderamente es importante en ese momento: escuchar a la persona que habla y entender su mensaje.
• Prejuicios y suposiciones: Prejuzgamos a las personas y nos fijamos más en nuestras ideas preconcebidas sobre ellas que en lo que realmente están diciendo.
• Escucha selectiva: Tendemos a filtrar y prestar atención únicamente a los contenidos que nos interesan o confirman nuestras creencias, ignorando el resto de la información.
• La necesidad de tener razón: Partir de la creencia asumida de que la razón está siempre de nuestra parte impide abrirse a otras perspectivas.

Técnicas Fundamentales para Mejorar la Escucha Activa

• Cultivar la empatía: Es la base para saber escuchar de verdad, intentando comprender la perspectiva y los sentimientos del otro.
• Formular preguntas aclaratorias: Realizar preguntas abiertas y específicas para asegurar la comprensión y minimizar la pérdida de información en el proceso comunicativo. Por ejemplo: "Si he entendido bien, ¿te refieres a...?"
• Parafrasear: Repetir con nuestras propias palabras (o de forma similar) lo que el emisor ha dicho para verificar que la interpretación es la correcta y demostrar que estamos escuchando. Ejemplo: "Entonces, lo que me estás diciendo es que..."
• Reformular y resumir: Sintetizar aspectos parciales del mensaje o sacar conclusiones provisionales para confirmar la comprensión y ayudar a organizar las ideas. Ejemplo: "En resumen, los puntos principales son..."
• Comunicación no verbal congruente: Acompañar todas estas acciones con una comunicación no verbal afín: mantener contacto visual adecuado, asentir, utilizar una postura abierta y gestos que demuestren interés y atención.

La Asertividad: Expresión Consciente y Respeto en la Comunicación

La asertividad es una habilidad comunicacional crucial. En relación con ella, podemos identificar tres tipos principales de conducta:

1. Conducta Asertiva: Equilibrio y Respeto Mutuo

La conducta asertiva consiste en defender los derechos propios y expresar las opiniones, sentimientos y deseos de forma honesta, directa, clara y respetuosa, sin agredir ni vulnerar los derechos de los demás, y sin someterse pasivamente a la voluntad ajena.

Ventajas Clave de la Conducta Asertiva:

• Reduce la ansiedad y el estrés: Al expresar necesidades y límites de forma adecuada.
• Fomenta la adaptación social: Mejora la calidad de las relaciones interpersonales.
• Genera un aumento de relaciones positivas y satisfactorias: Basadas en el respeto mutuo.
• Incrementa la autoestima y la confianza en uno mismo: Al valorarse y hacerse valorar.
• Supone una mejora en la aceptación y el respeto propio y por parte de los demás.
• Ayuda a expresar los sentimientos, derechos y deseos propios de manera efectiva, teniendo en cuenta los sentimientos y pensamientos de los demás, lo que promueve la comprensión y la colaboración.

2. Conducta Agresiva: Imposición sin Consideración

La conducta agresiva se caracteriza por expresar pensamientos, sentimientos y opiniones de manera hostil, impositiva, dominante o violenta, sin respetar los derechos, sentimientos u opiniones de los demás. Busca la consecución de los propios objetivos a costa de los otros.

3. Conducta Pasiva: La Supresión de la Propia Voz

La conducta pasiva (o no asertiva) implica no expresar los pensamientos, sentimientos, necesidades o deseos propios, o hacerlo de manera indirecta, insegura, dubitativa o auto-derrotista. A menudo, esto ocurre por temor al conflicto, al rechazo o por una baja autoestima, permitiendo que los derechos propios sean ignorados o vulnerados.