Desarrollo de la Comunicación Oral: Habilidad Esencial en la Escuela
Clasificado en Español
Escrito el en español con un tamaño de 4,1 KB
La Comunicación Oral: Una Habilidad Fundamental
Los seres humanos, desde que nacemos, tenemos la necesidad de comunicarnos, ya sea para quejarnos de alguna dolencia, para pedir comida cuando estamos hambrientos, o más adelante para jugar. Es decir, a través del lenguaje el niño será capaz de relacionarse con sus semejantes y exponer sus deseos y necesidades.
Como personas dependientes que somos cuando nacemos, desde un primer momento estamos en contacto con nuestras familias. Desde un primer momento estamos expuestos a la lengua materna y, de forma inconsciente y por las necesidades y deseos que he nombrado anteriormente, promovidos por un instinto de supervivencia, poco a poco vamos aprendiendo a comunicarnos.
Por tanto, cuando llegamos a la escuela ya sabemos hablar, podemos interactuar con relativo éxito en distintos contextos de comunicación y hemos aprendido, de forma espontánea, algunas de las normas que rigen los usos de la lengua oral habituales de nuestro entorno familiar y social.
El Rol de la Escuela en la Enseñanza de la Oralidad
Como consecuencia, el profesor Fernando Avendaño señala que: “durante mucho tiempo se pensó que la función prioritaria de la escuela básica era enseñar a leer y a escribir”, porque el hablar y escuchar ya lo hacía el niño de forma innata.
Además, mucha gente también se pregunta: ¿Por qué y para qué “hablar” en la escuela? La respuesta es clara: porque la escuela es un ámbito privilegiado donde los niños pueden adquirir y desarrollar los recursos y estrategias lingüísticas necesarias para superar la desigualdad comunicativa y es responsable de la enseñanza de los géneros más formales, como la exposición, el debate, la entrevista… géneros que no se aprenden espontáneamente, sino que requieren una práctica organizada.
El objetivo, por tanto, es formar alumnos competentes que puedan participar oralmente en situaciones comunicativas, es decir, que sepan usar adecuadamente la lengua en diversos contextos, con interlocutores diferentes y con propósitos variados.
La Competencia Comunicativa Oral
Por tanto, debemos educar a nuestros alumnos en la competencia comunicativa que incluye no solo los aspectos lingüísticos de la lengua, sino también los paralingüísticos (comprender y utilizar adecuadamente el volumen y tono de la voz, las pausas, el énfasis en la pronunciación y el ritmo del discurso) y no lingüísticos como:
- Quinésica: comunicar información mediante expresiones faciales, movimientos corporales, posturas, miradas...
- Proxémica: manejar el espacio y la distancia entre los interlocutores.
El discurso oral debe ser concebido como un continuo verbal (palabras), paralingüístico (voz) y kinésico (movimientos corporales) formado por “sonidos y silencios, por movimientos y por posiciones estáticas”.
La Oralidad en la Sociedad Actual
Del mismo modo en que la lengua escrita necesita de un aprendizaje instrumental, lo necesita también la lengua oral. Más aún si tenemos en cuenta que la sociedad occidental actual tiende hacia la oralidad. Como muestra de ello, tenemos el éxito de WhatsApp, que aunque parezca lengua escrita, en realidad lo que persigue es emular la lengua oral (de ahí todos esos emoticonos que quieren representar con dibujos lo que no podemos transmitir con las letras, como los gestos o las expresiones de nuestra cara).
Un ciudadano medio apenas usa la escritura en su día a día; se comunica la mayor parte del tiempo oralmente, tanto en su vida profesional como en la personal. Es, por tanto, fundamental educar a nuestros alumnos en la oralidad, para que sean realmente personas comunicativamente competentes.
Ejemplos de Práctica de la Oralidad
Por último, y como ejemplo de cómo se podría trabajar la oralidad en la escuela, me gustaría destacar cómo trabajamos la oralidad nosotros en la universidad en nuestro día a día con las “queridísimas” exposiciones que realizamos en clase o los vídeos que grabamos, debates, etc.