Desarrollo de la Expresión Plástica Infantil: Etapas y Rol del Educador
Clasificado en Plástica y Educación Artística
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Desarrollo de la Actividad Plástica en la Infancia
La actividad plástica es fundamental en el desarrollo integral de los niños, adaptándose a sus capacidades y necesidades en cada etapa. A continuación, se detalla la evolución de esta actividad desde el nacimiento hasta los seis años.
De 0 a 1 Año: Primeros Contactos Sensoriales
La actividad plástica es relativamente limitada en esta etapa. Se centra básicamente en establecer una primera toma de contacto, por ello la educadora debe dar prioridad a la estimulación sensorial.
Primeros Meses (0-6 meses)
El bebé no participa de forma directa en las actividades, pero va acumulando experiencias sensoriales a través de la observación y el tacto.
De 6 Meses a 1 Año
Puede participar utilizando algunos recursos que no se suelen considerar propiamente plásticos, como la manita del bebé en contacto con el agua o tocando trozos de telas. Es crucial utilizar recursos que potencien la luz, el color y el movimiento. Se pueden emplear diferentes recursos como la decoración de la clase o la realización de móviles (creados por la educadora). Es conveniente cambiar la decoración a menudo para mantener el interés.
De 1 a 2 Años: Exploración y Manipulación
En esta etapa, el niño ha aumentado su autonomía y ya puede coger y manipular con cierta precisión. Puede manipular papel de diferentes texturas y colores, y también objetos obtenidos de la naturaleza, lo que potencia la capacidad para descubrir. La decoración sigue siendo un recurso esencial en la que ellos van a participar, realizando pequeñas tareas como escoger, pegar y también introducir bolitas de seda (hechas por el educador) en una botella de agua.
De 2 a 3 Años: Coordinación y Nuevas Operaciones
La coordinación de movimientos mejora notablemente, lo que les permite actuar con mayor precisión. Empiezan a descubrir nuevas texturas y a ser capaces de realizar nuevas operaciones como el masado y aplanado, y los pellizcos. También con las pinturas obtienen nuevas experiencias, pintando con los dedos o con esponjas. A la mitad de esta etapa se pueden introducir las tijeras, siempre bajo supervisión.
De 3 a 4 Años: Interés por el Resultado y Dominio del Trazo
El niño/a empieza a interesarse por el resultado de su propio trabajo, y su capacidad de concentración es mayor. Se inicia el dominio del trazo, por ello el niño/a trabaja diversas técnicas, como:
- Dibujo
- Pintura
- Collage
- Estampación
- Moldeado
Estas actividades favorecen la coordinación ojo-mano.
De 4 a 5 Años: Dibujo Detallado y Expresión Emocional
Utiliza el dibujo cada vez más rico en detalles. Representa el entorno a partir de experiencias diferentes, como el dibujo natural y el dibujo de memoria (ejercitando la memoria visual después de una excursión), lo que permitirá la expresión de sus sentimientos y fantasías.
De 5 a 6 Años: Trabajo Colectivo y Pensamiento Lógico
A esta edad, le gusta formar parte de equipos y realizar trabajos colectivos. Los objetivos se amplían considerablemente. Se conecta al lenguaje lógico-matemático, como en la identificación de formas básicas. La potenciación de una serie de actitudes les ayudará a ser más ordenados, respetuosos, constantes, autónomos y participativos. La cantidad de actividades que se pueden realizar a partir de esta edad es inmensa.
El Papel del Educador en la Actividad Plástica
El proceso de maduración de cada niño es diferente; en este sentido, no se debe forzar este proceso. Es recomendable realizar las actividades de forma libre y espontánea. Las educadoras deben limitarse a estar al lado para escuchar lo que les cuentan y animarles a descubrir más y más cosas sobre las obras que realizan. En el caso del dibujo libre, deberán limitarse a recoger lo que los niños han realizado y almacenarlo en carpetas.
Es fundamental observar la actividad plástica, interviniendo en caso de conflicto para explicar y razonar con los niños y las niñas, y cuando se requiera. Se deberá dar a las criaturas el tiempo que necesiten para acabar la actividad, que deberán realizar todos sin excepción. Los educadores deben tener paciencia con las criaturas; no deben imponer su uso, sino estimularles y fomentar su creatividad.