Desarrollo del Ferrocarril en España: Ley de 1855 y Crecimiento de la Red Ferroviaria
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El Ferrocarril en España: Un Impulso a la Modernización
Inicios y Dificultades (Antes de 1855)
- Con la excepción de algunos tramos cortos como Barcelona-Mataró, Madrid-Aranjuez y Langreo-Gijón, la red ferroviaria española comenzó a construirse a partir de la Ley de Ferrocarriles de 1855.
- Desde finales del reinado de Fernando VII hasta la promulgación de la ley, hubo una serie de planes fallidos para la construcción de líneas de ferrocarril. Estos planes, generalmente de corta extensión, buscaban unir zonas productoras de artículos de exportación con la costa, pero no contaron con el apoyo gubernamental necesario.
- Al amparo de la Real Orden de 1844, se construyeron las líneas cortas mencionadas y se planearon muchas más. Sin embargo, este periodo estuvo marcado por una intensa especulación que generó escándalos y pocas mejoras tangibles en el sector del transporte. Esta situación parece haber sido una de las causas del pronunciamiento de O'Donnell y la llegada al poder del Partido Progresista en 1854. Bajo la dirección de este partido, se promulgó la crucial Ley de Ferrocarriles de 1855.
El Retraso en la Construcción: Causas y Consecuencias
La pregunta que surge es: ¿por qué se tardó tanto en construir el ferrocarril en un país que tanto lo necesitaba? La respuesta radica en una combinación de factores, principalmente el círculo vicioso del subdesarrollo, junto con la inercia e ineficacia gubernamentales. El atraso económico y social del país se traducía en una escasez de capital, un nivel técnico deficiente y una limitada iniciativa empresarial. La falta de visión y efectividad del gobierno, en lugar de suplir estas carencias, las agravaba.
El Cambio de Rumbo: El Partido Progresista y la Ley de 1855
La situación cambió con la llegada al poder del Partido Progresista, una formación política favorable al desarrollo económico y a la importación de capital. Los progresistas consideraban que el ferrocarril era un elemento esencial para la modernización de la economía española. Para lograr la construcción de la red, estaban dispuestos a invertir todos los recursos necesarios, tanto nacionales como importados.
Por ello, la Ley de Ferrocarriles de 1855 facilitó la formación de sociedades anónimas ferroviarias, previó el pago de subvenciones, garantizó a los inversores contra una serie de riesgos y desgravó la importación de material de transporte. Esta ley se complementó con otras dos leyes clave: la Ley de Bancos de Emisión y la Ley de Sociedades de Crédito. Estas leyes permitieron la rápida formación de un sistema bancario que financió la construcción de la red ferroviaria en su primera fase (1856-1866). En estos años, entraron en funcionamiento 4.500 km de vías, y para 1900, la red ya contaba con 13.200 km.
Factores Clave del Rápido Crecimiento (1856-1866)
Las causas del rápido ritmo de construcción en el decenio 1856-1866 fueron:
- Decidido apoyo estatal: El gobierno progresista impulsó activamente el desarrollo ferroviario.
- Influjo masivo de capital, tecnología e iniciativa extranjeros: La inversión extranjera jugó un papel fundamental en la financiación y construcción de la red.
- Aportación de capital e iniciativa nacionales: Regiones como Cataluña y el País Vasco, junto con las garantías estatales, contribuyeron significativamente al proyecto. También se destaca la aportación valenciana.