Desarrollo Infantil Integral: Esquema Corporal, Comunicación y Respeto
Clasificado en Psicología y Sociología
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Desarrollo del Esquema Corporal y Control Físico
Los niños deben demostrar un conocimiento progresivo de su esquema corporal y un control creciente de su cuerpo, tanto global como sectorialmente. Esto implica manifestar confianza en sus posibilidades y respeto hacia los demás. Este criterio evalúa el desarrollo del tono, la postura, el equilibrio, el control respiratorio y la coordinación motriz. Se valora la utilización de las capacidades motrices, sensitivas y expresivas del propio cuerpo en diversas situaciones y actividades, como juegos, rutinas o tareas cotidianas.
Es fundamental que los niños sean capaces de reconocer y nombrar las distintas partes del cuerpo, ubicándolas espacialmente en sí mismos y en los demás. Asimismo, se valorará si identifican los sentidos, diferenciándolos según su finalidad y si pueden explicar con ejemplos sencillos las principales sensaciones asociadas a cada uno. Este criterio también evalúa la formación de una imagen personal ajustada y positiva, la capacidad para utilizar los recursos propios, el conocimiento de sus posibilidades y limitaciones, y la confianza para emprender nuevas acciones. Deben manifestar respeto y aceptación por las características de los demás, sin discriminaciones, mostrando actitudes de ayuda y colaboración.
Desarrollo de la Comunicación Oral y Habilidades Sociales
Los niños deben utilizar la lengua oral de manera adecuada para una comunicación positiva con sus iguales y con los adultos, adaptándose a las diferentes intenciones comunicativas. También deben comprender mensajes orales diversos, mostrando una actitud de escucha atenta y respetuosa. Este criterio evalúa la capacidad para expresarse y comunicarse oralmente con claridad y corrección, para llevar a cabo diversas intenciones comunicativas, tales como: pedir ayuda, informar de un hecho, dar instrucciones sencillas, participar en conversaciones en grupo.
Se valorará el interés y el gusto por la utilización pertinente y creativa de la expresión oral para regular la propia conducta, relatar vivencias, razonar, resolver situaciones conflictivas, comunicar estados anímicos y compartirlos. Igualmente, este criterio se refiere a la capacidad para escuchar y comprender mensajes, relatos, producciones literarias, descripciones, explicaciones e informaciones que les permitan participar en la vida del aula. El respeto hacia los demás se manifiesta en el interés y la atención hacia lo que dicen, en el uso de las convenciones sociales (guardar el turno de palabra, escuchar, mirar al interlocutor, mantener el tema) y en la aceptación de las diferencias.