Desarrollo del Lenguaje Infantil: De la Sobreextensión al Balbuceo
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El fenómeno de la sobreextensión en la adquisición del vocabulario
Entre los 12 y los 18 meses, el niño comienza a decir sus primeras palabras. Sin embargo, su capacidad de comprensión es mayor de lo que los adultos suelen creer o de lo que el propio niño demuestra.
A esta edad, el pequeño realiza sobreextensiones; es decir, utiliza una palabra generalizando su referencia a objetos de categorías próximas. Por ejemplo, puede llamar «pelota» a todo objeto que ruede o «guau-guau» a cualquier animal de cuatro patas.
También puede darse el caso contrario, la infraextensión, que consiste en restringir el uso de una palabra a un único individuo o a un tipo específico dentro de la categoría. Por ejemplo, decir «gato» únicamente para referirse al gato de su abuelo. No obstante, lo más común es que sus palabras tengan una extensión correcta, como usar «coche» para referirse a la mayoría de los vehículos terrestres.
Diferencias entre el balbuceo universal y no universal
Desde que nacen, e incluso antes de los primeros «ajos», los niños emiten sonidos. Esto es lo que se denomina balbuceo.
Balbuceo universal
Se caracteriza por ser una etapa por la que pasan todos los bebés, independientemente de su lengua materna o de posibles deficiencias auditivas. Se consideran universales porque todos los bebés producen estos sonidos. Sus tipos son:
- Llanto: Es un sonido similar a una vocal, pero sin llegar a serlo.
- Gorjeo: Sonidos guturales, producidos en la parte posterior de la boca, similares a los fonemas consonánticos.
- Vocoides y contoides: Los vocoides son sonidos parecidos a las vocales y los contoides, a las consonantes. Ambos se producen alrededor de los 5 meses de edad, pero siempre por separado, sin combinarse entre sí.
No se conocen con certeza las intenciones comunicativas de estos balbuceos, pues su estudio se limita al análisis acústico sin poder comprobar una finalidad concreta.
Balbuceo no universal
Los niños comienzan a producir estos sonidos influenciados por la lengua de contacto que escuchan en su entorno. Existen dos tipos principales:
- Balbuceo reduplicativo (a partir de los 6 meses): El bebé reduplica sílabas, combinando sonidos vocálicos y consonánticos. Generalmente, se trata de una consonante oclusiva seguida de una vocal abierta, como en «mamamama...». La pronunciación de estos sonidos parece ser un autoestímulo placentero para ellos.
- Balbuceo no reduplicativo: Con el tiempo, esas largas cadenas de sílabas reduplicadas se acortan y varían, dando lugar a las primeras palabras, como «mamá».
Cuando el niño alcanza esta etapa, el refuerzo por parte de los adultos es fundamental, ya que es el momento en que surgen las primeras protopalabras.