Desarrollo del Pensamiento Filosófico en Latinoamérica y Perú
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Filosofía en Latinoamérica y Perú
La filosofía llega a América con el conquistador europeo, introduciendo el ideal griego de conocimiento racional.
En México y Perú, la resistencia de las culturas precolombinas fue fuerte. De este conflicto surgió el mestizaje racial y la dominación económica, política y cultural, con pueblos que aún mantienen sus tradiciones frente a la cultura heredada de los conquistadores.
Antecedentes
La filosofía llegó como un instrumento intelectual para justificar la conquista, transmitiendo una nueva concepción del hombre y del mundo que justificaba la dominación. El primer asunto filosófico fue la humanidad del hombre americano.
Durante el periodo colonial, destacan Antonio Rubio en México, Juan Espinoza Medran y Diego de Avendaño en Perú, Alfonso Briceño en Chile y Agustín Quevedo y Villegas en Venezuela.
Juan Bautista Alberdi demandó una filosofía que abandonara los problemas tradicionales del pensamiento europeo y reflexionara sobre los problemas sociales propios.
En la segunda mitad del siglo XIX, A. Comte y H. Spencer influyeron en Justo Sierra de México, José Varona de Cuba, Gonzáles Prada de Perú y José Ingenieros de Argentina. A finales del siglo XIX y comienzos del XX, surge la reacción anti positivista en América Latina con Alejandro Korn (argentino), Carlos Vaz Ferreira (uruguayo), Enrique Molina (chileno) y Alejandro Deustua (peruano). También destaca José Vasconcelos de México.
Periodo Contemporáneo
Se busca hacer filosofía rigurosa y válida, sin importar si es auténticamente latinoamericana o no.
Filósofos como Sánchez Reulet, Risieri Frondizi, F. Romero y Mario Bunge de Argentina coinciden en que lo fundamental es la calidad profesional de la filosofía. A esta visión se aproximan los mexicanos Gómez Robledo, Villoro, Salmerón y Rossi, y los peruanos Wagner de Reyna y F. Miró Quesada Cantuarias.
José Gaos (español radicado en México), Samuel Ramos y Leopoldo Zea sostienen que sí es posible una filosofía auténticamente latinoamericana, que responda a los retos propios de la región.
Augusto Salazar Bondy (peruano) en su libro ¿Existe una filosofía de nuestra América? considera que el logro de una filosofía genuina no es independiente de la situación de dependencia económica y cultural de los pueblos latinoamericanos.
Según él, el carácter imitativo de la filosofía latinoamericana se mantendrá mientras persista la dominación económica y cultural.
José C. Mariátegui, en sus Siete Ensayos de interpretación de la realidad peruana, aplica el método del materialismo histórico de Marx para interpretar la historia y señalar caminos de transformación social. Haya de la Torre, en su obra El Antiimperialismo y el APRA, señala la especificidad del proceso histórico latinoamericano respecto al europeo y propone lineamientos para el cambio social.