Desarrollo del Pensamiento Geométrico en la Infancia: Etapas y Desafíos

Clasificado en Ciencias sociales

Escrito el en español con un tamaño de 2,61 KB

Pensamiento Infantil y Geometría

La concepción del espacio que tiene el niño es subjetiva, depende de su propia experiencia y de la relación de su cuerpo con el mundo que le rodea. Forma así las primeras nociones topológicas, que siempre van en pareja (junto-separado, cerca-lejos). Sobre estas nociones, el niño asienta su estructuración del espacio, como la orientación de las acciones y los objetos dentro del mismo.

Hasta los 12 años aproximadamente, el niño no puede generalizar. Por eso, en estos primeros años, el conocimiento no le permite elaborar leyes generales y cualquier adquisición que logra se refiere solo al concepto para el cual la ha adquirido. En consecuencia, el pensamiento infantil es concreto y subjetivo, porque los aprendizajes que realizan son concretos y conseguidos de forma activa.

Dificultades en el Aprendizaje de las Nociones Geométricas

Aparecen relacionadas con el conocimiento del esquema corporal, el proceso de lateralización, la organización del espacio y la capacidad de reconocer la permanencia de la longitud y la forma a pesar de los cambios de posición. Las causas que las originan pueden ser múltiples, pero pueden agruparse en dos grandes grupos:

  • Inmadurez: impide la adquisición en plazos normales de las nociones que son el soporte de la geometría.
  • Falta de experiencia: retrasa el establecimiento de relaciones en un espacio concreto.

Dependiendo de estos factores, surgen las dificultades de aprendizaje que podemos agrupar en:

Relaciones Espaciales

La orientación en el espacio depende del conocimiento del esquema corporal, que consiste en localizar las distintas partes del cuerpo en el espacio referencial (delante-detrás...). Exige un control postural de las nociones y saber cumplir órdenes sencillas. El proceso de lateralización suele terminar a los 6 años. Cuando no hay un predominio lateral claro, suelen producirse incidencias negativas en la orientación espacial, lo que influye negativamente en otras materias.

El espacio carece de posiciones: existen en función del sujeto que organiza un sistema de coordenadas que parten de su propio cuerpo y van descentrándose para tener entidad propia. Hay que experimentar estableciendo relaciones con respecto a su eje de simetría.

A los 7 años, se completa la lateralización y la adquisición de la conservación de la materia. Se produce la descentralización en los campos afectivo, cognitivo y social. Se estructura el espacio en tres dimensiones: altura, anchura y profundidad.

Entradas relacionadas: