El Desastre de 1898: Guerra de Cuba y el Nacimiento del Regeneracionismo Español
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Causas Principales de la Guerra de Independencia de Cuba
Las principales causas que iniciaron la Guerra de Independencia de Cuba fueron:
La madurez del independentismo cubano
Ya habían existido intentos previos de emancipación, como la Guerra de los Diez Años y la Guerra Chiquita. El Convenio de Zanjón (1878), que había puesto fin a la Guerra de los Diez Años, incluía promesas de amnistía, abolición de la esclavitud y la concesión de categoría de provincia para la isla. Sin embargo, estas promesas no se habían cumplido debido a la oposición de la oligarquía esclavista cubana y de los empresarios catalanes y castellanos con intereses en la isla.
Aumento del sentimiento patriótico cubano, apoyado por Estados Unidos
Estados Unidos buscaba intereses políticos y económicos en Cuba. Las compañías azucareras estadounidenses deseaban controlar el mercado, ya que Cuba era la principal potencia azucarera. A esto se sumaba el interés imperialista de EE.UU., propio de las potencias industrializadas de la época.
La vuelta al proteccionismo en la década de 1890
La política proteccionista impulsada por Cánovas en la década de 1890 también aumentó el malestar. Con el librecambio, los intercambios comerciales entre Cuba y EE.UU. habían aumentado, lo que había favorecido la prosperidad de la economía cubana. El retorno al proteccionismo perjudicó estos intereses.
Desarrollo de la Guerra de Independencia Cubana
El 24 de febrero de 1895, con el Grito de Baire, comenzó la segunda fase de la guerra de independencia cubana. El conflicto se inició con el levantamiento cubano, dirigido por figuras como José Martí, Máximo Gómez y Antonio Maceo.
Cánovas decidió enviar al General Martínez Campos para negociar y detener la sublevación, pero al no conseguirlo, fue sustituido por el general Valeriano Weyler. Weyler empleó la fuerza y aplicó una política de concentración de la población rural en campos, dividiendo la isla en tres sectores aislados para dificultar los movimientos revolucionarios.
En esta difícil situación, Cánovas fue asesinado y el poder fue ocupado por Sagasta. Este decidió sustituir a Weyler por el General Blanco. Fue entonces cuando se intentaron aplicar reformas tardías para Cuba, como la abolición de la esclavitud (que ya se había completado en 1886), el sufragio universal masculino y la igualdad entre cubanos y peninsulares.
Coincidiendo con la insurrección cubana, se produjo el levantamiento filipino en 1896, liderado por Rizal. Pronto esta insurrección fue sometida inicialmente.
Pero las reformas para Cuba habían llegado tarde, ya que Estados Unidos había decidido intervenir en la guerra. Aprovechando la voladura del acorazado Maine, buque de guerra americano anclado en La Habana, el 20 de abril de 1898, Estados Unidos declaró la guerra a España.
España carecía de una flota adecuada y, aunque consciente de su inferioridad, aceptó la guerra por honor. EE.UU. hundió la flota española en La Habana, lo que puso fin al conflicto en Cuba. No obstante, la guerra continuó porque EE.UU. aprovechó para ocupar Puerto Rico y también intervino en Filipinas. Tras la derrota naval en Cavite, los españoles abandonaron estas islas.
Se firma la Paz de París (1898), por la cual España pierde Cuba, Puerto Rico y Filipinas, que pasaron a ser dominadas por EE.UU. En este contexto, el gobierno español decidió la venta a Alemania de los archipiélagos del Pacífico (Carolinas, Marianas y Palaos) en 1899. Así, España perdía definitivamente los restos de su imperio colonial.
El Regeneracionismo: Respuesta a la Crisis de 1898
Se denomina Regeneracionismo al movimiento intelectual y político que surgió en España entre finales del siglo XIX y principios del XX. Este movimiento reflexionaba de manera objetiva y científica sobre las causas de la decadencia de España como nación y exigía una reforma política urgente para solucionar los problemas del país.
Tras el Desastre de 1898 y la liquidación del imperio colonial español, surgió en la sociedad española un espíritu renovador. Se desarrolló una corriente política y cultural de crítica al sistema de la Restauración, cuyo líder más destacado fue Joaquín Costa. Costa proponía modernizar el país con reformas educativas, económicas y culturales como remedio a sus males. Sus propuestas clave incluían:
En política
Acabar con el caciquismo y conceder autonomía a los municipios.
En materia económica
Fomentar la intervención del Estado en obras públicas y potenciar la agricultura y el regadío.
En materia social
Defender el acceso a la propiedad de los jornaleros, recuperar las tierras comunales y desarrollar la educación.
En resumen, el Regeneracionismo postulaba que España debía modernizarse y, para ello, tenía que olvidar el pasado glorioso y seguir el modelo de la Europa laica y liberal nacida de la Ilustración.
Aunque estas ideas no cuajaron en un partido político único, tuvieron el apoyo de la clase media y de los intelectuales. Sobre todo, marcaron las directrices de los partidos dinásticos en el reinado de Alfonso XIII (dando lugar al Revisionismo político) y en la Dictadura de Primo de Rivera. Por ello, el Regeneracionismo es considerado una de las principales consecuencias intelectuales y políticas del Desastre de 1898.