El Desastre del 98: Conflicto Hispano-Estadounidense y sus Consecuencias en España
Clasificado en Historia
Escrito el en español con un tamaño de 3,82 KB
La consecuencia fue la radicalización del movimiento nacionalista cubano que, a principios de los años 90, reclamó la independencia de la isla. Esto provocó un nuevo levantamiento de la población negra y mulata, liderado por los hermanos Maceo, José Martí y Máximo Gómez, conocido como el Grito de Baire (1895), que contó con el apoyo de EE. UU.
El Conflicto Bélico contra EE. UU.
Los cubanos optaron por una táctica de guerrillas, evitando el enfrentamiento directo con el Ejército español. Martínez Campos fue enviado a sofocar la rebelión, pero ante su fracaso fue sustituido por Weyler, quien llevó a cabo una represión basada en las "reconcentraciones" que logró reducir a la guerrilla. Al ser asesinado Cánovas, Sagasta asumió el gobierno y decidió conceder la autonomía a Cuba. Pero la tensión en la isla aumentó debido a la oposición de los españoles residentes en Cuba. Paralelamente, la Guerra de Filipinas comenzó en 1896 con la insurrección de Luzón; la respuesta española fue represiva, pero no pudo contener el avance de los rebeldes.
En 1898, EE. UU. decidió intervenir en Cuba, enviando el acorazado Maine para proteger los intereses de los residentes estadounidenses. La inexplicada explosión del Maine en el puerto de La Habana desató en EE. UU. una violenta campaña de prensa a favor de una guerra contra España. EE. UU. ofreció a España la compra de Cuba por 30 millones de dólares, y al no conseguirlo, estalló la guerra. Los marines estadounidenses desembarcaron en Santiago y derrotaron a los españoles en la Batalla de las Colinas de San Juan. Posteriormente, la flota estadounidense hundió la escuadra española del almirante Cervera en la bahía de Santiago.
Mientras tanto, la flota española en Filipinas fue derrotada en Cavite; por lo tanto, EE. UU. forzó a Sagasta a firmar el Tratado de Paz de París en diciembre de 1898. En este acuerdo, España renunciaba a Cuba y cedía Filipinas, Puerto Rico y Guam a EE. UU. Este evento se conocería como el Desastre del 98. Un año después, España vendió a Alemania sus últimas posesiones en el Pacífico debido a su inestabilidad económica y de defensa.
La Crisis del 98
La pérdida de las colonias españolas trajo consigo importantes consecuencias:
Ámbito Económico
España perdió los mercados coloniales y el acceso a materias primas tropicales baratas, lo que acentuó el proteccionismo gubernamental en defensa del sector textil catalán y el cereal castellano. La repatriación de los capitales españoles situados en América favoreció la banca y la financiación de la siderurgia vasca.
Ámbito Demográfico
Se registró la pérdida de más de 50.000 españoles, principalmente pertenecientes a las clases más humildes.
Ámbito Político
Se desprestigió a los políticos de los partidos dinásticos y al Ejército por no haber sido capaces de evitar el desastre, lo que posibilitó el adelanto de la mayoría de edad de Alfonso XIII. Supuso una pérdida de peso internacional que se intentó compensar con la colonización de Marruecos e impulsó el nacionalismo periférico, favorecido por la crisis de identidad nacional.
Ámbito Ideológico
Surgió un sentimiento de descontento entre políticos e intelectuales, y una crisis de la conciencia nacional, reflejada en la obra crítica de la Generación del 98. Los miembros de esta generación creían necesario actualizar y sanear la sociedad española; la "España real" debía superar su corrupción política, su atraso económico y social. Para ello, se propuso la reorganización política, la limpieza del sistema electoral y una reforma educativa. La Generación del 98 estaba formada por un grupo de escritores caracterizados por su crítica a los problemas sociales de la época.