Descartes: Del Dudar a la Certeza del Pensamiento y la Sustancia

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La Duda Metódica y el Descubrimiento del Cogito

Tras advertir sobre la controversia y polémica que pueden suscitar sus reflexiones, y a diferencia de cómo procede en lo relativo a las costumbres, Descartes se propone, para alcanzar la verdad, admitir solamente lo indudable, estableciendo así los fundamentos de su sistema científico.

En primer lugar, afirma que, en relación con las costumbres, se guiará solo por opiniones y no por verdades indudables. Posteriormente, afirma que dudará de todo hasta encontrar alguna verdad indudable (la duda metódica).

Motivos de la Duda

Para justificar su duda, aduce tres motivos principales:

  • Duda de los sentidos: pues nos pueden engañar.
  • Duda de las demostraciones: pues podemos cometer errores al razonar (los paralogismos).
  • Duda de la realidad de los pensamientos: pues podríamos estar soñando (la confusión entre el sueño y la vigilia).

Sin embargo, la tesis central es que «pienso, luego existo» (Cogito, ergo sum), porque al dudar no podemos dudar de que estamos pensando. Esta tesis, firme y segura, será el principio inicial de su filosofía y es inatacable por los escépticos.

El Yo como Sustancia Pensante

Este fragmento aborda el momento en que Descartes descubre una nueva verdad que deriva necesariamente de la certeza del «pienso, luego existo». Descartes analiza qué es ese yo que indudablemente existe y señala que no es corporal ni está ligado a un mundo físico, pues aunque dudemos del mundo exterior, el yo, al dudar, es algo que piensa.

Por ello, mantiene la tesis de que el yo es una sustancia cuya esencia es pensar. Esta alma pensante, diferente del cuerpo, es más accesible y fácil de conocer que este último y, a diferencia del cuerpo, es inmortal.

El Criterio de la Claridad y Distinción

En este fragmento, Descartes, tras descubrir su primera verdad, la examina para identificar las características que la hacen totalmente cierta.

Después de analizarla, concluye que dicha certeza se apoya en que es una idea clara y distinta.

Nuestro autor busca un criterio para extender el conocimiento y descubrir más verdades de un modo deductivo, partiendo de la claridad de la primera verdad, «pienso, luego existo». Lo encuentra en la regla de que todo lo que se concibe clara y distintamente es verdadero (la tesis central de este fragmento).

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