Descartes: Mente, Cuerpo y el Universo Mecanicista

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Descartes: La Res Cogitans y el Mecanicismo

Aplicando a rajatabla la primera regla de su método, que indica tomar en consideración solo aquello que se presente en la mente de forma clara y distinta, René Descartes llega a la conclusión de que el primer resquicio de verdad es el "yo pienso" (cogito ergo sum). A partir de esta primera verdad, el autor se planteará la demostración de una segunda verdad fundamental: "¿Qué soy yo?"

Conceptos Fundamentales para Entender el Yo Cartesiano

Para explicar la esencia del yo, es crucial comprender los siguientes conceptos en la filosofía cartesiana:

  • Sustancia: Aquello que para existir no necesita de otra cosa. Este concepto solo se aplica de forma absoluta a Dios.
  • Modo: Aquello que necesita de otro para existir.
  • Atributo: La característica esencial de una sustancia.

Descartes distingue tres tipos de sustancias principales en su sistema filosófico:

  • El Yo (o alma), cuyo atributo esencial es el pensar (Res Cogitans).
  • Dios, cuyo atributo es la perfección.
  • El Mundo (o materia), cuyo atributo es la extensión (Res Extensa).

La Res Cogitans: El Yo Pensante y el Dualismo Cartesiano

La segunda verdad descubierta por Descartes se refiere a la esencia o naturaleza del yo o sujeto. Descartes retoma así el dualismo platónico, que había sido refutado por Aristóteles, y de nuevo, como en Platón, expresa: "yo soy mi alma, una cosa que piensa, una Res Cogitans, enteramente distinta del cuerpo".

La razón para sostener esta radical distinción entre el cuerpo y el alma es la siguiente: la existencia del cuerpo es indudable, pero la del pensamiento lo es aún más (hipótesis de ficción mental). El yo se da cuenta con total seguridad de que existe solo cuando piensa; en cambio, le es posible suponer que carece de cuerpo. Por lo tanto, el yo es una sustancia cuya esencia consiste en pensar.

Esta distinción radical entre pensamiento y extensión, entre el cuerpo y la mente, le planteará a Descartes el problema de cuál es el lugar del ser humano en un universo que se concibe como una máquina.

El Mecanicismo Cartesiano: La Res Extensa y el Universo Máquina

Descartes denominará Res Extensa a la tercera sustancia de su sistema, cuyo atributo será la extensión geométrica. La doctrina cartesiana sobre el mundo afirma que se trata de un modelo mecanicista, en el que la realidad física es un sistema determinado de cuerpos en movimiento.

El mecanicismo cartesiano es también determinista, ya que solo tiene en cuenta la causalidad eficiente. Además, incluye la reducción de las propiedades de la realidad material, puesto que excluye de la realidad las denominadas cualidades secundarias, porque no se pueden matematizar.

El Mecanicismo en los Seres Vivos

La concepción mecanicista en Descartes se extiende también a los seres vivos. Para este autor, los animales son máquinas, aunque muy complejas. Para afirmarlo, se inspira en el descubrimiento de la circulación de la sangre por William Harvey, aunque Descartes piensa que lo que mueve la sangre es el calor vital que existe en el cuerpo. Para explicar esto, recurre a los llamados "espíritus animales". De este modo, ya no se recurre a la existencia del alma vegetativa o sensitiva para explicar la vida de los animales.

El Ser Humano en el Universo Cartesiano: Un Problema de Interacción

Para Descartes, el ser humano es solo su alma, un alma espiritual e inmortal, por lo que quedará totalmente separado del mundo animal. Sin embargo, Descartes observa y propone una interacción que queda sin explicar de forma suficiente. Descartes piensa que esta relación se realiza a través de la glándula pineal (ubicada en el cerebro).

Así pues, en el universo cartesiano, dividido horizontalmente en dos mundos paralelos (la Res Cogitans y la Res Extensa), el ser humano queda desplazado y sin encontrar un lugar propio. El problema de la incomunicabilidad de las sustancias quedaría pendiente de solución, por lo que Spinoza y Leibniz, sucesores de Descartes, prestarán en sus filosofías especial atención a la resolución de este vacío en la antropología cartesiana.

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