Descartes: Del Pensamiento a la Realidad a Través de Dios

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René Descartes: Del Pensamiento a la Realidad

Soy pensamiento y tengo pensamientos, pero no sé si esos pensamientos se corresponden con alguna cosa fuera de mí mismo; no sé si tengo cuerpo. La idea de cuerpo es la de sustancia extensa, propiedad de ocupar un espacio. El hecho de que tengamos la idea de sustancia extensa en la mente no demuestra que los cuerpos tengan existencia fuera de nosotros.

El puente que permite a Descartes pasar del mundo de la conciencia al mundo exterior, del pensamiento a la realidad, es Dios, la sustancia infinita.

Pruebas de la Existencia de Dios

Descartes presenta dos pruebas principales para la existencia de Dios:

  • Argumento Causal: El principio escolástico establece que la causa siempre debe tener más realidad que el efecto. Dado que tenemos en mente la idea de una perfección (Dios), solo un ser perfecto puede haber puesto esa idea en nosotros. Ese ser es Dios.
  • Argumento Ontológico: La idea de Dios, por definición, incluye su existencia, ya que un dios inexistente no sería perfecto. La existencia de Dios se convierte así en la garantía del conocimiento. Un dios perfecto no permitiría que nos engañemos en nuestra convicción de que existe un mundo.

Luces y Sombras: Críticas a su Método

Las críticas a la filosofía de Descartes se centran en la validez de su método:

  • Argumento Circular: Se acusa a Descartes de utilizar un argumento circular al afirmar que el método funciona gracias a Dios, y al mismo tiempo usar ese método para demostrar la existencia de Dios.
  • Principio de Causalidad: Descartes solo acepta lo evidente, y el principio de causalidad, utilizado para demostrar la existencia de Dios, no es considerado evidente por sus críticos.

Primacía de la Razón y Giro Subjetivista

Descartes encuentra la primera verdad en el yo que piensa (cogito) y, frente al principio de autoridad de la escolástica, reivindica la autonomía de la razón. Cuestiona el realismo ingenuo y abre las puertas al idealismo, reduciendo la existencia al mero pensamiento.

La convicción de que es el propio pensamiento el que determina la realidad de lo que se presenta a la conciencia marca un giro subjetivista que influirá profundamente en la filosofía posterior. Descartes busca la verdad en el análisis de la conciencia, inaugurando así la modernidad filosófica: la hora del sujeto y de la razón.

La Duda y la Acción: Máximas Morales

La duda metódica de Descartes no conduce a la inactividad. Propone unas máximas morales provisionales:

  1. Obediencia y Moderación: Obedecer las leyes y costumbres del país, seguir la religión en la que se ha sido instruido, y guiarse por las opiniones más moderadas.
  2. Firmeza en la Acción: Ser firme en las resoluciones una vez tomadas, para no dejarse llevar por la indecisión.
  3. Dominio de los Deseos: Esforzarse por cambiar los propios deseos en lugar de intentar cambiar el orden del mundo.

Estas máximas se vinculan a la decisión de dedicar la vida al cultivo de la razón y la búsqueda de la libertad.

Dos Tipos de Certeza

Descartes distingue entre certezas morales e intelectuales, reconociendo que no es posible aplicar los mismos criterios a la moral que al conocimiento. Las certezas éticas son imprescindibles para vivir, pero nunca alcanzan la garantía de las verdades matemáticas.

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