Descartes y el Racionalismo: Explorando Mente, Cuerpo y Libertad

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Dualismo Antropológico Cartesiano

René Descartes establece una clara diferencia entre el alma y el cuerpo, un concepto fundamental en su dualismo antropológico. Afirma que el cuerpo es una máquina regida por la vida, con un movimiento mecánico similar al de los animales que carecen de alma y pensamiento. El alma, por su parte, está unida a todo el cuerpo en la glándula pineal (ubicada en el cerebro), donde se funden las sensaciones corporales. A través de ella, el alma recibe los estímulos orgánicos bajo la forma de representaciones confusas. El alma siente, aunque las sensaciones son maneras confusas de pensar. Además, el alma percibe y sufre las pasiones.

Descartes distingue dos modos principales del alma: el entendimiento (razón en su aspecto teórico) y la voluntad (alma racional en su aspecto práctico). La voluntad posee la capacidad de afirmar, negar o desear aquello que propone el entendimiento, y puede equivocarse por ideas confusas de este, lo que genera duda. Es la facultad más amplia, por la cual nos asemejamos a Dios.

El Problema de la Libertad en Descartes

El alma es el fundamento de la libertad humana. En ella coexisten acciones que dependen de la voluntad y pasiones involuntarias. Descartes distingue entre pasiones fisiológicas, psicológicas y morales. La treta consiste en no estar dominado por las pasiones y dejarse guiar por los dictados de la razón hasta apropiarse de la voluntad. La sabiduría, según Descartes, consiste en tomar el pensamiento evidente como norma de pensar y vivir.

La moral por provisión, un concepto clave, consiste en examinar las profesiones con la intención de elegir la mejor, y cultivar la razón para vivir feliz. Esta moral está basada en la conformidad con las leyes y la religión del país, y en la conformidad con todo aquello por lo que la voluntad se somete a la razón.

El Racionalismo del Siglo XVII

El Racionalismo es una corriente de pensamiento del siglo XVII que reconoce que la razón se basta a sí misma para el conocimiento. Sus principales representantes son Descartes, Spinoza y Leibniz. Esta corriente deposita plena confianza en la razón humana, considerándola la única facultad capaz de alcanzar la verdad. Se establece una clara contraposición entre las verdades racionales y las ilusiones de los sentidos.

Para los racionalistas, el hombre es un ser vuelto sobre sí mismo; las cosas solo son conocidas a través de las ideas, y la realidad del mundo no evidente debe ser deducida. Se postula la existencia de ideas innatas; el conocimiento se alcanza a través del recuerdo, donde las ideas presentes en el alma humana (que no está vacía) fundamentan el conocimiento con evidencia.

La búsqueda de un método de razonamiento riguroso, similar al utilizado en la matemática y la geometría, es central. La conquista de la verdad se logra a través de la búsqueda de elementos evidentes que son conocidos mediante una intuición intelectual independiente.

La propuesta metafísica racionalista se basa en la idea de sustancia: Descartes postula 3 (Dios, pensamiento, y la sustancia), Spinoza 1 (Dios), y Leibniz infinitas. La sustancia es considerada la primera idea innata.

Finalmente, el Mecanicismo, una visión del mundo asociada al racionalismo, concibe el universo como una máquina despojada de toda finalidad o causalidad. Todo se explica por choques de materia en el espacio, y no se admiten fuerzas ocultas o acciones a distancia.

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