Descartes vs. Ortega y Gasset: Un Contraste Filosófico
Clasificado en Filosofía y ética
Escrito el en español con un tamaño de 4,16 KB
Comparación Filosófica: Descartes y Ortega y Gasset
Esta comparación se dividirá en varios puntos de vista. Antes de ello, es importante destacar que la filosofía del conocimiento de Ortega y Gasset se conoce como Raciovitalismo, que une Razón y Vida. Somos libres de construir nuestra vida. Ortega se formula una pregunta clave: ¿Qué es más importante, la vida o la razón? La respuesta es que la vida es lo primero, porque sin vida, no hay razón.
Desde el punto de vista ANTROPOLÓGICO
Descartes
Descartes propone un dualismo antropológico racionalista, donde lo único indubitable es la existencia del “yo pienso”, una sustancia que se define y justifica su existencia como pensamiento. Lo corporal es secundario y accidental. Para Descartes, los hombres de todas las épocas y lugares son los mismos. Las diferencias culturales e históricas que Descartes ve entre ellos no tocan la esencia humana, es decir, al pensamiento. La actividad que lleva a la verdad es una actividad no vital.
Ortega y Gasset
Para Ortega, lo que define a un hombre es su vivir. La vida no es una sustancia, no tiene naturaleza, tiene historia. El hombre es un ser que se está formando a sí mismo día a día, decidiendo desde la libertad que le ofrece su circunstancia. El hombre no puede prescindir de la cultura, de conocer la verdad, de actuar bien y de contemplar lo bello. Sin verdad no hay hombre, pero esa verdad solo es accesible y útil desde y para un hombre, que es razón vital.
Desde el punto de vista EPISTEMOLÓGICO
Descartes
Para Descartes, será verdadero lo que la razón distinga como claro y distinto, excluyendo el lugar y momento histórico al que pertenezca. Una razón separada y sin ningún contacto con el cuerpo: la sustancia pensante, que cuando se deja llevar por los sentidos entra en contacto con lo sensible y pierde la capacidad de alcanzar la verdad. Ni la vida concreta ni su momento histórico influyen en su capacidad de conocer lo que se ha definido como real.
Ortega y Gasset
Para Ortega, sucede al contrario, el conocimiento siempre es alcanzado desde una perspectiva. La circunstancia del sujeto determina la parte de verdad a la que tiene acceso, por lo que ningún sujeto ni ninguna época histórica podrá alcanzar el mayor conocimiento, sino solo una parte de la verdad. A lo largo de su vida, el hombre alcanza realidades objetivas, lo que no implica que sean ultravitales y extrahistóricas, porque solo son accesibles desde una vida y una historia. La verdad no es consecuencia de una sustancia pensante o alma racional, sino de una razón encarnada en la vida, llamada razón vital.
Desde el punto de vista ONTOLÓGICO
Descartes
Para Descartes, la única existencia real es lo que percibes con certeza a través de la razón. Por tanto, lo real es lo racional por medio de las matemáticas. Esta realidad cierta es idéntica e igual para todos los sujetos racionales que apliquen este método bien. Además, distingue el dualismo ontológico, separando la sustancia pensante que es la razón de la sustancia extensa que es el cuerpo.
Ortega y Gasset
Para Ortega y Gasset, la realidad no es ni relativa ni objetiva, sino perspectiva. La realidad se muestra para él desde tantos puntos de vista como sujetos. Por tanto, la realidad completa nunca será conocida. Solo el sujeto que condensara las numerosas cantidades de perspectivas puede conocer la realidad, en este caso DIOS, aunque esta hipótesis sea contradictoria y utópica, pues todo YO conoce desde su punto de vista, el proporcionado por su circunstancia. Cada sujeto y época solo tiene acceso a una parte de verdad, que forma parte de la verdad absoluta. EJEMPLO: las personas somos un CEDAZO y tenemos diferentes opiniones las cuales dependerán de diferentes puntos de vista. El Raciovitalismo de Ortega es el intento de superar la crisis de la modernidad, una modernidad que con Descartes se inicia en la corriente racionalista y en el idealismo epistemológico. Debemos destacar una importante frase de Ortega: yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella, no me salvo yo.