Descifrando el Sentido del Oído: Anatomía, Función y Proceso Auditivo
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¿Cómo Funciona el Sentido del Oído?
Escuchar la voz, la música y los sonidos de todo tipo nos ayuda a relacionarnos con nuestros semejantes y a desarrollar la palabra y el habla.
Gran parte de la comprensión del universo físico, biológico y social se obtiene por medio de la audición.
Los sonidos informan continuamente acerca de las actividades del ambiente, aún de zonas fuera del alcance visual e incluso durante el sueño.
Anatomía del Oído
El oído está formado por tres secciones principales: el oído externo, el oído medio y el oído interno.
Estas partes trabajan juntas para poder oír y procesar sonidos las 24 horas del día.
El primer paso del proceso auditivo es la captación de un sonido. Éste es procesado y transducido (transformación de un tipo de señal en otro distinto) en el oído. Sin embargo, la interpretación de los sonidos se lleva a cabo en el cerebro, permitiéndote identificar si el sonido es la voz de tu hijo, el ladrido de un perro, un instrumento musical, etc.
En la actividad eléctrica del sistema auditivo, encontraremos que todos sus elementos están constantemente activos, y que las neuronas de la vía auditiva descargan potenciales eléctricos, haya o no algún estímulo sonoro.
Partes del Oído y su Función
Brevemente, podemos decir que el oído externo, formado por la oreja y el conducto auditivo externo, juega un papel determinante en los rangos de frecuencias audibles y en la detección de la fuente de un sonido. Mucho se ha discutido acerca del hecho de que las personas que tienen una detección perfecta del tono tienen una estructura peculiar de la oreja. En algunos animales, como el búho, las orejas juegan un papel primordial en su capacidad para detectar su posición en relación con un animal que se mueve.
El oído medio está formado por una cámara de resonancia y un conjunto de huesecillos que acoplan el tímpano con la ventana oval. La función del oído interno es transformar las vibraciones que el sonido produce en el tímpano en desplazamientos del líquido que llena el oído interno.
El oído interno es donde se ubica propiamente el órgano de la audición; está formado por la cóclea, que es una estructura de forma espiral formada por las células sensoriales y las células de soporte. Las células sensoriales especializadas en la detección de las vibraciones mecánicas que constituyen el sonido son las células ciliadas.
El Proceso Auditivo Detallado
El conducto auditivo externo conduce al oído medio. La función del oído medio es recoger las ondas de sonido que recibe del oído externo, convertirlas en vibraciones y llevarlas hasta el oído interno. Esto lo hace usando el tímpano (que en realidad separa el oído externo del oído medio) y los tres huesos más pequeños y delicados del cuerpo llamados osículos. El tímpano es un trozo de piel delgada adherida al primer osículo, un pequeño hueso llamado martillo. El martillo está unido a otro pequeño hueso llamado yunque. Y finalmente, el yunque está unido al hueso más pequeño de todo el cuerpo, el estribo.
Cuando las ondas de sonido llegan hasta el conducto auditivo externo y al tímpano, éste empieza a vibrar. Las vibraciones pasan por los tres pequeños huesos -el martillo, el yunque y el estribo. Estos tres huesos transfieren estas vibraciones a la parte más profunda del oído: el oído interno.
Después de que las ondas sonoras se conviertan en vibraciones en el oído medio, entran en el oído interno. Las vibraciones llegan a la cóclea, un conducto pequeño y enroscado en el oído interno. La cóclea está llena de líquido y recubierta de células con miles de cilios en la superficie.
Cuando las vibraciones del sonido tocan el líquido de la cóclea, el líquido empieza a vibrar. Y cuando lo hace, esos filamentos vibrátiles se mueven. Los cilios convierten entonces las vibraciones en señales nerviosas para que el cerebro pueda comprender el sonido.