Descubre la Estructura de El Lazarillo de Tormes: Resumen Completo por Tratados

Clasificado en Español

Escrito el en español con un tamaño de 4,15 KB

Estructura de El Lazarillo de Tormes: Un Recorrido por sus Tratados

La novela está escrita en forma de epístola autobiográfica; es decir, es una carta dirigida a un destinatario al que se alude como “Vuestra Merced”, y en ella, el protagonista, Lázaro, relata su vida desde el principio. El Lazarillo consta de un prólogo y siete tratados. En el prólogo se justifica el propósito de la obra, mientras que los tratados recogen las diversas peripecias del protagonista.

Prólogo y Tratado VII: El Marco Narrativo

De momento, el protagonista solo nos dice que “Vuestra Merced escribe que le escriba” sobre “el caso” de Lázaro, y que, para responder a esa petición, ha decidido contarle su vida desde el principio. Al final del libro, en el Tratado VII, sabremos que “Vuestra Merced” es un superior del arcipreste de San Salvador a quien le habrían llegado rumores sobre las relaciones entre el arcipreste y su criada, la mujer de Lázaro, y que a él no le importan las habladurías de la gente, porque ha llegado a buen puerto tras una vida de enormes dificultades. El libro-carta sería, así, una justificación de la situación desairada en la que se encuentra Lázaro.

Tratado I: “El ciego”

En el primer tratado, Lázaro cuenta que, siendo muy niño, encarcelaron a su padre por ladrón, y que su madre, moza de un mesón, lo entregó a un ciego para que le sirviera. El ciego es un hombre astuto y cruel. Con este amo, Lázaro se da cuenta de que está solo y debe ingeniárselas para sobrevivir. Las anécdotas que se explican en este tratado son de origen folclórico, pero están integradas en la narración. Lázaro va evolucionando a partir de las duras lecciones que recibe del ciego. Con el ciego empieza la educación moral de Lazarillo, quien, a fuerza de golpes, desarrolla una gran astucia que le permite vengarse de su amo.

Tratado II: “El clérigo de Maqueda”

En esta parte, se intensifica el motivo del hambre del protagonista. El clérigo es avaro, y Lázaro debe ingeniárselas para sobrevivir, inventándose todas las artimañas imaginables para probar bocado. También en esta parte las anécdotas entre amo y criado proceden de la tradición. Se establece entre ellos una especie de competencia: el amo aguza el ingenio para no dar nada a su criado, y este, para conseguir algo de alimento.

Tratado III: “El escudero”

El tema del hambre culmina en este tratado, considerado el mejor del libro. Lázaro pasa al servicio de un orgulloso y pobrísimo escudero, que tiene un vacío sentido del honor que le impide trabajar. Lázaro ya es un niño con experiencias y, aunque el escudero oculta su verdadera situación, el niño acaba adivinándolo.

Tratado IV: “El fraile de la Merced”

En este tratado —brevísimo, casi un esbozo—, Lázaro relata que sirve a un fraile de la Merced, pero casi no hay anécdota ni narración.

Tratado V: “El buldero”

El buldero era el hombre que vendía bulas, unos documentos con el sello del Papa que concedían privilegios o dispensaban de alguna obligación religiosa. El negocio de las bulas daba lugar a numerosos fraudes y protestas populares. Lázaro hace de mudo espectador de los engaños del buldero: ha aprendido a callar y quedarse al margen.

Tratado VI: “El maestro de pintar panderos y el aguador”

En este tratado, se cuenta que Lázaro sirvió a dos amos y que, con el segundo, el aguador, estuvo cuatro años. Con los ahorros de su trabajo, Lázaro decide comprarse una espada y ropa “de hombre de bien”, y ya es un adulto.

Tratado VII: “El arcipreste de San Salvador”

Lázaro cuenta que ha estado con un alguacil, pero que lo ha abandonado porque le parece un oficio peligroso. Tras tantas penurias, ha llegado a ser pregonero; el arcipreste lo ha casado con su criada, le da a pregonar sus vinos y le alquila una casa. No le importa que la gente hable sobre el “caso” —esto es, sobre las relaciones entre ellos—, pues “con fuerza y maña” ha ascendido socialmente, y se muestra satisfecho de su situación, “la cumbre de toda fortuna”.

Entradas relacionadas: