Descubre cómo la Personalidad, la Ley y la Moral Influyen en tu Vida
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Libertad y Temperamento
Cada uno de nosotros se caracteriza por una serie de rasgos específicos que nos diferencian del resto. Algunos son innatos, porque nos acompañan desde que nacemos, y otros son adquiridos, porque los hemos ido incorporando con el tiempo. Los rasgos innatos son naturales, porque forman parte de nuestra herencia biológica, como puede ser el color de ojos, de pelo, etc. Los rasgos adquiridos son culturales, porque los aprendemos y elaboramos con el tiempo. Tu personalidad es uno de estos rasgos complejos que tiene una parte genética y otra parte adquirida. Llamamos personalidad a nuestra forma de ser, que nos identifica y distingue del resto de la gente. La parte genética de tu personalidad se denomina temperamento. Tu temperamento incluye las inclinaciones y tendencias que te acompañan desde que naciste. La parte adquirida de tu personalidad se llama carácter, que se puede cambiar, ya que depende de nuestras acciones y hábitos.
Somos lo que Hacemos
La posibilidad de modificar nuestro carácter hace que nuestros hábitos tengan una enorme importancia. Los hábitos que adquirimos van forjando nuestro carácter y transforman nuestra personalidad. Es crucial pensar en las costumbres que tenemos para saber si nos acercan o nos alejan de aquello en lo que queremos convertirnos. Este es el sentido que tiene la distinción entre virtud y vicio.
- Una virtud es un hábito bueno, como la generosidad o la valentía.
- Un vicio es un hábito malo, como la tacañería o la intolerancia.
La Ley y la Moral
¿Quién Ordena lo que hay que Hacer?
Las acciones que repetimos habitualmente pueden afectar a los demás, por eso es tan importante aprender a controlar nuestro comportamiento. Este es el ámbito en el que actúan las leyes y la moral.
- Las leyes son normas de comportamiento dictadas por la sociedad, que si no las cumplimos podemos ser sancionados.
- La moral está compuesta por normas internas de conducta, dictadas por nuestra conciencia. Si actuamos en contra de nuestras convicciones morales sentimos remordimiento.
Autonomía y Heteronomía
Para apreciar la diferencia entre ley y moral tenemos que preguntarnos quién establece las normas. Las normas morales las ponemos nosotros mismos, de acuerdo con nuestra conciencia. La moral está constituida por reglas autónomas. La autonomía es la capacidad de un individuo para elaborar por sí mismo sus propias normas de conducta. Las normas legales, en cambio, no las hemos elaborado nosotros, sino que han sido creadas por otros. La ley está formada por reglas dictadas por la sociedad. Un individuo actúa con heteronomía cuando obedece las normas dictadas por otras personas.