Desempleo en la economía española: causas y consecuencias

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    • Desempleo, tercer desequilibrio y el más grave

El desempleo en la economía española no empieza a vislumbrarse hasta 1975. Desde entonces la economía ha tendido a distanciarse de la media comunitaria.

La economía española nunca se ha caracterizado por tener una fuerte capacidad generadora de empleo. La economía española desde la década de los 70 para acá ha registrado unos altos niveles de desempleo, presentando siempre un nivel muy superior al resto de países del entorno y a la media comunitaria (en términos de desempleo) y en términos de tasa de paro también suele tener uno de los niveles más altos de toda la UE. Ahora mismo, España es el peor después de Grecia en tasa de paro. Antes no constaba tasa de paro porque los que no trabajaban se iban a otros países como a los de América Latina. Incluso en buenos momentos en los que la economía crece, España no ha sabido crear empleo. Sobre todo en la época franquista se fueron a Suiza, Bélgica, América Latina… así que no había problema porque aquellos parados se iban fuera.

A ello hay que sumar el crecimiento de la población activa, en parte por las diferencias demográficas y en parte por partir de una tasa de actividad baja de incorporación de la mujer al trabajo. La población activa ha crecido de forma gigante por varios motivos: la dinámica de la economía española con la incorporación de las generaciones más numerosas, las generaciones del baby boom; a partir de la década de los 70 la mujer “se emancipa” y empieza a formar parte del mercado de trabajo así que se incorporan al mercado de trabajo, por lo que hacen incrementar la tasa de actividad de la población activa.

Determinados autores sostienen también como razón explicativa la escasa flexibilidad del mercado de trabajo. Con escasa flexibilidad se refiere al despido libre y gratuito. Hay autores que sostienen que si en la economía española hubiese menos regulación (despidiendo de manera gratuita sin control) habría un menor desempleo en el país.

El empleo generado en los momentos de mayor crecimiento económico tampoco parece ser de calidad y tener bases muy sólidas. Incluso en los momentos en los que la economía española crece más, el empleo generado es escaso y precario. No se genera empleo de calidad.

Las autoridades han tratado de llevar a cabo políticas de fomento del empleo, sin embargo, los resultados no han sido buenos; bien al contrario, han activado otros desequilibrios. El fuerte desempleo ha reducido el margen de maniobra de las políticas de estabilización monetaria. Con la reforma laboral que permitió despedir de forma más barata y justificando únicamente que no haya ingresos en un cierto periodo no ha servido para ayudar, sino que ha sido un punto negativo para el empleo. La creación del empleo va más allá de la normativa laboral de un país (que puede ayudar, pero no por sí misma), si por ejemplo, la empresa está en una situación de crisis y no se invierte ni consume, no se puede generar empleo.


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