El Deseo, la Pasión y la Muerte: Una Reflexión Filosófica
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El Deseo
El deseo es un movimiento de nuestra actividad psíquica que nos impulsa a alcanzar un objeto que consideramos una fuente de satisfacción. Se deben destacar tres rasgos del deseo:
- Es una falta: El deseo supone querer algo que no se posee.
- Vive en el mundo del exceso: El deseo se encuentra más allá de la necesidad.
- Se basa en el conflicto y provoca intranquilidad: Un deseo muere cuando alcanza su objetivo.
Podemos reconocer dos posturas acerca del valor del deseo:
- Reconocer el valor del deseo como un aspecto fundamental del ser humano: Esta postura mantiene que el deseo es una realidad esencial.
- Plantear la necesidad de dominar el deseo como si fuera un elemento negativo: Esta postura mantiene que es necesario combatir el deseo para alcanzar la felicidad.
La Pasión
La pasión es una inclinación o tendencia que no se puede dominar. Cuando hay pasión se sufre un estado de dominación y de padecimiento, del que a veces no se es consciente. Se han planteado dos posturas sobre esta cuestión:
- La razón debe dominar a la pasión: Porque esta se convierte en un impulso que nos domina.
- Sin pasión no hay conocimiento verdadero: Cuando se conoce bien algo es necesario hacerlo con pasión.
La Muerte
La reflexión filosófica sobre la muerte tiene en cuenta sus aspectos biológicos y culturales, pero va más allá de ellos. Estos son algunos de ellos:
- La muerte es siempre un final: Y recuerda que la vida humana es limitada y no dura eternamente.
- La muerte nunca puede predecirse: Excepto en casos extremos como el suicidio o asesinato. Por eso es fuente de angustia.
- La muerte es un acto personal: Nadie puede morir por nosotros y se realiza en la profunda soledad.
- La muerte es una fuente de interrogantes fundamentales: Que se puede resumir en dos: la muerte es el final de nuestra vida y es el anuncio de una vida futura.