El deshonor de Angela Vicario y su matrimonio fallido
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Los Vicario, una familia de escasos recursos
Los Vicario, como ya dijimos, eran una familia de escasos recursos. Bayardo San Román era un hombre con mucho poder adquisitivo que, de alguna manera, seducía a los Vicario. Cuando estos conocieron a Bayardo, anhelaban su matrimonio con Angela, salvo Pura, quien puso como condición que este acreditara su identidad, ya que nadie sabía quién era ni a qué había venido al pueblo. Cuando Bayardo terminó con todo tipo de conjeturas acerca de su llegada al pueblo, Pura lo aceptó, pero Angela era quien no quería casarse: "Me parecía demasiado hombre para mí". Lo que realmente le sucedía a Angela era que recordaba cuando sus padres y sus hermanas la impusieron casarse con un hombre que apenas había visto, sin ella poder elegir ni una sola cosa de ese acontecimiento. Nuevamente, podemos observar cómo esta mujer era muy débil en su familia y no tenía ni el más mínimo poder. Lo único que importaba era que ese hombre era considerado un premio para la familia debido a sus riquezas.
El secreto de Angela Vicario
"Nadie hubiera pensado, ni lo dijo nadie, que Angela Vicario no fuera virgen. No se le había conocido ningún novio anterior y había crecido bajo el rigor de una madre de hierro." Como es de saber, en esa época, los matrimonios eran arreglados y la mujer debía llegar virgen al altar y en la primera noche de casados tener relaciones y colgar en la ventana la sábana manchada de "honor", representando la sangre de la mujer por la primera relación. Como expresa la cita del libro, nadie podía imaginarse que Angela Vicario no fuera virgen, pero increíblemente ella no lo era y solo sus amigas sabían. Es por este motivo que ellas le aconsejaron qué hacer para que este secreto siguiera a salvo mediante artimañas de mujeres, las que llevaron a que Angela siguiera adelante a pesar de esa condición. Cabe destacar que era un total deshonor para una familia si su hija no era virgen antes de contraer nupcias. Finalmente, el plan de la novia no funcionó y Bayardo San Román se encontró con una total decepción: su esposa no era virgen, es decir, no valía nada. Luego de este episodio, el novio no dudó en devolver a la mujer y, a las pocas horas, Angela estaba nuevamente en la casa de los Vicario: "Angela Vicario estaba en la sombra, de modo que solo la vio cuando Bayardo San Román la agarró por el brazo y la puso en la luz.... Bayardo San Román no entró, sino que empujó con suavidad a su esposa hacia el interior de la casa, sin decir una palabra". Si bien Bayardo se comportó como un "caballero" entregando a la mujer en la puerta de su casa, este estaba muy decepcionado y enfadado, ya que la tomó del brazo y, cuando la dejó, le dijo a Pura: "Gracias por todo madre, usted es una santa", insinuando que su hija era una rebelde prostituta.