Desigualdad en Chile: un desafío persistente

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Una de las demandas más sentidas tras el retorno a la democracia fue generar un país de mayor equidad social y económica. Sin embargo, a lo largo del período, la estructura de la distribución del ingreso se ha mantenido bastante estable y la disminución de la brecha social sigue siendo un desafío pendiente. Así, el año 2009 el 10% más rico de la población recibió, en promedio, un ingreso mensual 46 veces mayor que el 10% más pobre. Hacia el año 2012, la fortuna de cuatro familias chilenas equivalía aproximadamente al ingreso anual del 80% de la población nacional.

Ahora bien, de acuerdo a la encuesta CASEN aplicada en 2011, la pobreza bajó del 15,1% al 14,4%, mientras que la pobreza extrema, bajó del 3,7% al 2,8%. Según datos del Ministerio de Desarrollo Social, "a nivel regional, la pobreza disminuyó en 10 regiones, mientras que la pobreza extrema se redujo en 12 regiones. Además, según la encuesta, hay 5 regiones que están muy cerca de cumplir la meta de bajar la pobreza extrema a menos de 1%".

Segregación en educación y salud

Las diferencias económicas redundan en otro tipo de segregaciones. El caso más elocuente es el de la educación. El Sistema de Medición de Calidad de la Educación (Simce) muestra de manera sostenida que los indicadores de logro se vinculan directamente con la capacidad económica de las familias de los estudiantes. Otro tanto se puede decir respecto de la Prueba de Selección Universitaria (PSU). Para el año 2007, del total de estudiantes egresados de instituciones municipales que rindieron las pruebas de Matemática y Lenguaje, solo el 57,6% alcanzó 450 puntos, mientras que en el caso de los estudiantes de instituciones privadas, fue de 92,6%.

Esta inequidad también tiene expresión a nivel de la salud de la población. Según la Encuesta Nacional de Salud del año 2003, el reporte de una "mala salud" era tres veces más alto en el quinto quintil que en el primero. El mismo reporte, para los años 2010-2011, confirmó la tendencia: en los estratos bajos existía una dieta de menor equilibrio que en los sectores de mayor ingreso económico.

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