El Despotismo Ilustrado y la Ilustración en España: Carlos III y el Siglo XVIII

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El Despotismo Ilustrado en España bajo Carlos III

Durante el reinado de Carlos III (1759-1788), se manifestaron las características del despotismo ilustrado, un régimen político que se caracterizaba por gobernar para el pueblo pero sin el pueblo. Existía una clase privilegiada compuesta por el alto clero, las familias nobles y los funcionarios de clase media, todos leales al rey. Los privilegios se consideraban justos y se aceptaba que las personas, según su origen, tuvieran diferentes derechos. Todo esto cambió radicalmente tras la Revolución francesa en 1789.

Características del Despotismo Ilustrado

  • Unidad religiosa: La Iglesia era una institución protegida y apoyada por el Estado, aunque esto no impidió la expulsión de los jesuitas y la prohibición de los autos sacramentales.
  • Avances económicos: Se protegió la agricultura, se aumentó la riqueza industrial, se declaró el libre comercio con América (suprimiendo el monopolio de Sevilla y Cádiz), se creó el primer banco y se emitió papel moneda en España por primera vez.
  • Impulso a la cultura: Se fundaron instituciones como la Real Academia Española (1714), la Real Academia de la Historia, la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y la Biblioteca Nacional (1712).

La Ilustración en España

Los filósofos, moralistas, pensadores y artistas de la Ilustración coincidían en la necesidad de fundamentar su pensamiento en la razón, en la experimentación y en el rechazo al absolutismo monárquico. El artista de la segunda mitad del siglo XVIII reivindicó su independencia intelectual y económica, despreciando las ayudas y el mecenazgo.

Etapas de la Ilustración en España

El periodo dieciochesco se puede dividir en tres etapas o movimientos estéticos:

1. Reacción contra el Barroco (primera mitad del siglo XVIII)

Se deja notar la influencia del Neoclasicismo francés. La producción literaria es escasa, predominando el ensayo y la crítica. Destaca Benito Jerónimo Feijoo.

2. Triunfo del Neoclasicismo (mediados a finales del siglo XVIII)

Los escritores aceptan las normas neoclásicas y la literatura se somete al imperio de la razón. La producción literaria es escasa: apenas se escriben novelas, la poesía no ofrece gran interés y pocas obras de teatro tuvieron éxito. Autores importantes: José Cadalso, Gaspar Melchor de Jovellanos, Juan Meléndez Valdés, Leandro Fernández de Moratín, Tomás de Iriarte.

3. Prerromanticismo (finales del siglo XVIII)

Comienza un movimiento de rechazo hacia las rígidas normas neoclásicas que dará paso al Romanticismo a principios del siglo XIX. Representantes: Nicasio Álvarez Cienfuegos, Manuel José Quintana.

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