Desvelando los Mitos del Cine: Proceso Creativo y Transparencia Fílmica

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El Mito Social de la Complejidad del Proceso: De las Fases a las Puestas

El SIC responderá con la supuesta complejidad del proceso creativo: una prolija mezcla estética de un sinfín de artes y, por ello mismo, necesariamente dominada por el doble criterio económico de la predecibilidad de gastos e ingresos, y la rentabilidad de costos y beneficios. De este modo, se construirá un modelo de producción que responda a la doble necesidad de estandarización (de la producción) y diferenciación (de los productos).

El resultado será el proceso clásico de tres fases (guionaje, rodaje, montaje o preproducción, producción y posproducción) e infinitas tareas, cuyo resultado paradójico es la simplificación de la praxis fílmica según un doble y soterrado sometimiento:

  • Del rodaje por el guionaje y montaje.
  • De la imagen/sonido por el argumento y la escena.

Pero si la praxis fílmica responde a un «proceso creativo», poco tiene este que ver con el rutinario «proceso administrativo» de fases y tareas descrito en los manuales y en las escuelas. No son, por tanto, tres fases, sino cuatro «capas» o «puestas» (en guion, escena, cuadro, serie) a partir, esencialmente, del choque en el rodaje entre la escenificación (puesta en escena) y la filmación (puesta en cuadro).

El Mito Textual de la Transparencia u Opacidad Fílmica

Comercialidad y narratividad van unidas en el sistema institucional del cine. Surge así el mito de la transparencia fílmica como norma necesaria e ineludible de toda producción a partir de la supresión de la película por el relato según la doble ley:

  • La eficacia narrativa.
  • La pertinencia visual.

Si el cine es un relato visual, entonces el producto (el relato) domina sobre la producción tanto en la narración como en la mostración:

  • La historia sobre el discurso.
  • El argumento sobre la factura.

Desde un punto de vista cultural, la formación del SIC se construye sobre una supuesta doble tara de la imagen-cine. A fin de cuentas, se trata de:

  • Una representación demasiado natural.
  • Una reproducción demasiado maquinal.

Un filme es siempre un tenso juego entre registro, espectáculo y relato, a partir de la integración narrativa (de lo que se cuenta/recoge) en la atracción mostrativa (de lo que se da a ver/oír).

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