El Fin de la Dictadura de Primo de Rivera y la Llegada de la II República Española
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La Dictadura de Primo de Rivera: Políticas y Fin
La Unión Patriótica, al carecer de un programa definido, acabó fracasando. En 1927 se creó la Asamblea Nacional Consultiva, una cámara de representación corporativa, consultiva y dependiente del gobierno. Su proyecto de constitución fracasó.
La política económica de la dictadura fue intervencionista, traduciéndose en proteccionismo con el fin de fortalecer el mercado nacional y apoyar la producción interior. Se impulsó la creación de monopolios como la Compañía Telefónica (1924) o CAMPSA (1927) y la realización de obras públicas, como la ampliación de ferrocarriles y la renovación de la red de carreteras. La ideología corporativa se manifestó según un modelo que buscaba integrar a patrones y obreros en una misma organización, con el objetivo de evitar la conflictividad obrera.
La Caída de la Dictadura (1930)
En 1928, el régimen entró en crisis debido a la pérdida de apoyos políticos y sociales. La oposición se fortaleció, formada por los viejos partidos del turno, nacionalistas, republicanos, socialistas y anarquistas. A esto se sumó la crisis económica, caracterizada por el desplome de la peseta o el crecimiento del paro.
Ante la crítica situación, Primo de Rivera envió una circular a sus capitanes generales solicitando su apoyo. Finalmente, presentó su dimisión al rey en enero de 1930.
La Caída de la Monarquía y la Proclamación de la II República (1931)
Tras la caída de Primo de Rivera, la monarquía se hallaba en una situación delicada. El rey nombró jefe de gobierno al General Berenguer, cuyo objetivo fue volver a la Restauración. Pero la crisis económica y la conflictividad social fueron minando el escaso prestigio del Gobierno Berenguer, al que la prensa calificó de “dictablanda”.
La oposición al rey fue creciendo, formada por republicanos, políticos, nacionalistas, el movimiento obrero, intelectuales, estudiantes e incluso militares. En 1930 se firmó el Pacto de San Sebastián entre los principales representantes de la oposición a la monarquía. Se decidió organizar un Comité Revolucionario encargado de coordinar un levantamiento militar o obrero.
La intentona militar se adelantó y en diciembre de 1930 Fermín Galán y García Hernández se sublevaron en Jaca por la República. Los miembros del Comité Revolucionario pasaron a la clandestinidad o fueron condenados a penas leves.
El aumento de la movilización social contra el gobierno y en apoyo a los integrantes del Comité Revolucionario provocó la dimisión de Berenguer en febrero de 1931. El nuevo jefe de gobierno, Aznar, convocó elecciones municipales en 1931.
Estas elecciones constituyeron un verdadero plebiscito sobre el dilema Monarquía o República. Los monárquicos ganaron en el campo, pero los republicanos triunfaron en las ciudades. La euforia de los republicanos, que tomaron las calles expresando su júbilo, convenció a Alfonso XIII de que debería renunciar a la corona y abandonar España.
Un Gobierno Provisional se hizo cargo del país y la II República Española fue proclamada el 14 de abril de 1931.