Diferenciación de productos

Clasificado en Economía

Escrito el en español con un tamaño de 3,94 KB

Se puede diferenciar un producto, fundamentalmente, de tres formas: diferenciación por estilo o tipo (tipo de comida en establecimientos de comida rápida, de ropa en una tienda,…), por localización (más cercana o lejana,…) o por calidad (los consumidores se diferencian entre sí a
partir del criterio de lo que están dispuestos a pagar por una calidad mejor, por lo que los productores pueden diferenciarse ofreciendo unos productos de baja calidad y baratos y otros de alta calidad a un precio mayor). Cualquiera que sea la forma en que se lleve a cabo la diferenciación de producto, las industrias con productos diferenciados presentan dos importantes características: la competencia entre
vendedores y la ventaja de la diversidad.

 - La competencia entre los competidores . Significa que incluso aunque los vendedores de los productos diferenciados no están ofreciendo bienes idénticos, de alguna forma están compitiendo en un mercado acotado. Si entran en el mercado más empresas, cada empresa venderá menos independientemente del precio. 

- La ventaja de la diversidad . Refleja lo que ganan los consumidores debido a la proliferación de productos diferenciados (más variedad, más cercanía, más posibles calidades,…).

9.1. Controversias a propósito de la diferenciación de producto

Es claro que la publicidad funciona por lo que no es difícil comprender por qué las empresas se gastan dinero en ella. No obstante, la principal cuestión acerca de la publicidad es por qué funciona, además de si, desde el punto de vista social, es un despilfarro de recursos. En las industrias en las que hay diferenciación de producto, las empresas se anuncian con el objetivo de aumentar la demanda de sus productos. Una empresa en situación de competencia monopolística siempre preferirá vender una unidad adicional al precio vigente, por lo que se ocupará de hacer publicidad para aumentar la demanda de sus productos y fortalecer su poder de mercado. La publicidad no supone un desperdicio de recursos cuando proporciona al consumidor información útil sobre los productos. Sin embargo, la publicidad que sólo trata de vender un producto es más difícil de explicar (anuncio de un deportista famoso anunciando una colonia).

O el consumidor es irracional (y piensa que el deportista usa esa colonia y no la que más le pague por la publicidad) o una publicidad costosa actúa como una señal indirecta en un mundo en el que los consumidores no tienen buena información sobre los productos, implicando que los productos de la empresa son de alta calidad.

Algunas empresas crean marcas comerciales. Una marca comercial es un nombre propiedad de una empresa concreta con el que distingue sus productos de los de otras empresas. En muchos casos el nombre comercial de la empresa es su principal activo (McDonalds).
Como ocurre con la publicidad, el valor económico de una marca comercial no está del todo claro. Por una parte, en el caso de muchos productos las marcas comerciales transmiten información real y ofrecen la garantía de la calidad homogénea del producto a los consumidores (alguien sabe qué se va a encontrar cuando ve un McDonalds en cualquier lugar del mundo). Sin embargo, a menudo las marcas comerciales crean un poder de mercado injustificado.En definitiva, la publicidad y las marcas comerciales tienen valor económico cuando proporcionan
información útil al consumidor y suponen un desperdicio de recursos cuando su único objetivo es crear poder de mercado. En la práctica, la publicidad y las marcas comerciales probablemente son ambas cosas: algo económicamente valioso y un derroche de recursos.

Entradas relacionadas: