Diferencias entre Economía y Organización Social en Paleolítico y Neolítico
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1. Diferencias entre Economía y Organización Social en Paleolítico y Neolítico
El Paleolítico (2 millones-10000 a. C.) corresponde al período de la piedra 'tallada'. La economía era cazadora-recolectora muy sencilla. La caza era escasamente importante al principio del Paleolítico, predominando la recolección y el carroñeo. A medida que el ser humano progresa física y culturalmente la caza va ganando importancia. La organización social durante el Paleolítico fue muy rudimentaria, no pasaría más allá de la mera organización tribal con mínimos vínculos sociales y escaso nivel de diferenciación.
El Neolítico (7000-3000 a. C.) corresponde al período de la piedra 'pulida'. Características de este período son la completa domesticación de algunos animales (el asno, el caballo, el reno y otros), la sustitución de los útiles de piedra tallada por los de piedra pulimentada, la aparición de los primeros poblados sedentarios y el desarrollo de los cultivos. Es decir, desarrollo de la ganadería, agricultura y los poblados estables. La organización social durante el Neolítico es mucho más compleja. Existe ya un proceso claro de diferenciación social, de 'gentrificación', que distingue distintos grupos especializados dentro de la sociedad en los que comienza a destacar una élite social que se impone al resto de miembros de la comunidad. Las causas del cambio son complejas. Por una lado el paso del tiempo, los posibles cambios climáticos y desde luego el irreversible proceso de sedentarización vinculado a la aparición de los primeros poblados estables en base a la ganadería y la agricultura.
2. Nivel de Desarrollo en Áreas Celta e Ibérica en Vísperas de la Conquista Romana
El nivel de desarrollo es claramente superior en el entorno de Tartessos y del mundo Ibérico levantino y andaluz en general, como consecuencia del contacto que tuvieron con los principales pueblos colonizadores. Estos pueblos colonizadores trasmitieron aspectos básicos de sus civilizaciones (altas culturas) a Tartessos e Íberos. La escritura, la cerámica a torno, el dominio del hierro, el urbanismo, los distintos procesos de 'gentrificación' o complicación social que dan lugar a un estrato dirigente compuesto por la élite religiosa y política, el desarrollo de una economía monetaria, etc. supusieron elementos fundamentales para configurar en el sustrato indígena unos caracteres primarios asimilables a lo que se puede considerar la primera cultura propiamente peninsular de la historia de España, con la que se entra en la historia antigua.
En contraposición los pueblos célticos de la meseta y el norte peninsular (celtas, Celtíberos) experimentarán un desarrollo cultural más limitado como consecuencia de no contactar directamente con los pueblos colonizadores. Las influencias en este caso vendrán dadas por los pueblos célticos de carácter indoeuropeo que en sucesivas oleadas (Hallstatt, La Tené, etc.) entran en contacto con el norte y la meseta. Aunque conocían el hierro y algunos otros avances, rudimentos de escritura, etc., el sincretismo será mucho menor debido a que su potencialidad cultural era mucho menos significativa que en el caso del sur y levante, y no se llegaban a desarrollar fenómenos propiamente civilizadores.