Dignidad Humana: Fundamento de los Derechos Humanos y la Justicia
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La dignidad humana es el derecho inherente a toda persona por el mero hecho de existir y es lo que nos hace a todos iguales. Todas las personas tenemos exactamente la misma dignidad. Cada uno de nosotros tiene el derecho de ser valorado y respetado en las mismas condiciones por los demás como seres individuales y sociales. Toda persona humana se caracteriza por ser racional, histórica, perfectible e irrepetible, tener intimidad, ser social, ser libre y responsable, pero, por encima de todo, por estar dotada de dignidad.
Lamentablemente, es una constante en la humanidad negar la dignidad humana, por lo que ha habido episodios fatales en los que gente inocente ha sido perjudicada. Debido a esto, se creó la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que estableció un conjunto de derechos inviolables en la Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH).
El Fundamento de los Derechos Humanos
El fundamento de los derechos humanos recogidos en la DUDH recae en la dignidad de las personas. Cabe remarcar que la dignidad no se da de forma natural, sino que es un reconocimiento social, fruto de nuestra herencia cultural. La dignidad nos puede poner por encima de la naturaleza, pues podemos regularla y transformarla, y eso nos hace responsables.
La dignidad es la cualidad reconocida por los seres humanos sobre sí mismos que históricamente se ha vinculado con el conocimiento, la racionalidad y la libertad. Muchos pensadores han relacionado la dignidad con la autonomía, a partir del libre albedrío.
La Educación como Esencia de la Libertad
La educación es la esencia de la libertad porque permite a las personas tomar decisiones basadas en el conocimiento. En esto consiste la libertad moral, en no estar obligado a actuar de un modo uniforme. La libertad de expresión implica un cierto grado de independencia, de poder elegir y decidir; implica también un cierto grado de autonomía, de hacer con uno mismo lo que considere mejor. Cada uno de nosotros es autor y responsable de esta parcela de sí mismo. Por eso la responsabilidad es una consecuencia de la libertad. Los seres humanos tenemos conciencia moral. Se dice que somos libres, responsables y conscientes, es decir, morales.
Violaciones de los Derechos Humanos
La realidad de nuestro mundo parece contradecir todos los posibles postulados de la DUDH, pues los hechos que ocurren a diario en nuestras sociedades a menudo van en dirección contraria a sus principios: guerras, destrucción, asesinatos… En estos casos, hablamos de una violación de los derechos humanos.
Podríamos considerar que el atentado más grave contra la dignidad de las personas es la pena de muerte. Más de 500 personas son asesinadas al año por pena de muerte. Hay campañas en contra de esto; la razón más importante es la del peligro de ejecutar a personas inocentes.
Otra práctica es la tortura. Infligir daño físico o psicológico a personas a cambio de una confesión o de una información importante. Existe una última práctica importante y cruel que se da en algunos países. Es la mutilación: amputación de una parte del cuerpo como castigo.
Valores para Garantizar la Dignidad
Para no corromper la palabra dignidad es necesario reforzar virtudes como la fraternidad, la amistad y la camaradería. La fraternidad va más allá del parentesco sanguíneo; la fraternidad universal es el lazo de unión entre los seres humanos basado en el respeto a la dignidad de la persona, en la igualdad de derechos y en la solidaridad de unos con otros.
Otro valor para garantizar la dignidad es la igualdad de justicia. El derecho a un juicio justo ante un juez independiente e imparcial es de fundamental importancia en un estado democrático. Existen doce principios, entre ellos el de 'nulla poena sine lege' (no hay pena sin ley).