Dignidad Humana: Ontológica, Adquirida e Identidad Personal
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La Dignidad de la Persona
La dignidad se puede entender desde varios puntos de vista:
- Conveniencia y adecuación: En muchas ocasiones, los lugares o las cosas no se ajustan a las personas. Por ejemplo, un trabajo puede ser digno o no, una casa puede ser digna o no, etc.
- Conformidad con la naturaleza: Si algo no concuerda con la naturaleza de una persona, no puede considerarse digno ni justo.
- Excelencia y superioridad: Se refiere a la nobleza y a una posición jerárquica por encima de lo plebeyo o vulgar. Por ejemplo, en las sociedades romanas, las clases altas poseían mayor dignidad que las clases bajas.
Sentido de la Dignidad
Dignidad Ontológica
Es la dignidad inherente a cualquier individuo por el simple hecho de ser persona. La poseemos desde el momento de nuestra concepción. El reconocimiento de esta dignidad innata es la base de los derechos que nos protegen. Cabe destacar que no existen personas de segunda categoría, aunque sí tratos discriminatorios.
Dignidad Adquirida
Es la dignidad que se obtiene socialmente (dignidad social) o a través de la calidad de nuestra vida ética (dignidad ética o moral). La dignidad que adquirimos depende de nuestras acciones.
Identidad y Proceso de Cambio de la Persona: Tres Características
Subsistencia
Consiste en permanecer igual a pesar de las transformaciones del tiempo y el espacio. Subsistir significa mantenerse fiel a uno mismo a pesar de los cambios. Por ejemplo, al ver una fotografía de nuestra infancia, reconocemos que somos nosotros a pesar del tiempo transcurrido y de los cambios internos y externos que hemos experimentado.
Dinamismo
A pesar de nuestra subsistencia, siempre estamos cambiando. Experimentamos cambios en nuestras creencias, ideas y forma de pensar. Maduramos. El dinamismo implica que, a pesar de saber quiénes somos, con el tiempo nos desarrollamos como personas: aprendemos, crecemos, nos convertimos en adultos y nuestros pensamientos evolucionan.
Unicidad
Cada ser humano es único e irrepetible. Un individuo es insustituible e irremplazable. Cada persona es una novedad absoluta. Por ejemplo, aunque dos personas sean muy parecidas, cada una posee una identidad personal única y distinta a la de cualquier otro ser humano.