Dinámica Terrestre: Subducción, Tectónica de Placas y el Ciclo Evolutivo de Wilson

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Procesos de Subducción y sus Consecuencias Geológicas

Subducción bajo Litosfera Continental

En este tipo de subducción, la fosa oceánica se localiza adyacente al borde de un continente. Como resultado de la intensa compresión generada por la convergencia de placas y del vulcanismo asociado al ascenso de magmas, se levanta una cordillera de borde continental, también conocida como cordillera de tipo andino. Un ejemplo paradigmático de este proceso es el borde occidental de Sudamérica, donde la Placa de Nazca subduce bajo la Placa Sudamericana, dando origen a la Cordillera de los Andes.

Subducción bajo Litosfera Oceánica

Cuando una placa oceánica subduce bajo otra placa oceánica, el proceso da lugar a la formación de un arco de islas volcánicas sobre la placa cabalgante (la placa que no subduce). Dicho arco presenta una curvatura característica y su convexidad apunta hacia la placa que está siendo subducida. Este fenómeno es responsable de la creación de numerosos arcos de islas en el Océano Pacífico (por ejemplo, las Islas Kuriles, Japón, las Islas Marianas) y de algunos en el Océano Atlántico (como el arco de las Antillas Menores).

Tectónica de Placas: Una Teoría Global Integradora

La teoría de la Tectónica de Placas es un modelo científico fundamental que describe los movimientos a gran escala de la litosfera terrestre. Sus afirmaciones más importantes son:

Principios Fundamentales de la Tectónica de Placas

  1. La litosfera (la capa más externa y rígida de la Tierra, que comprende la corteza y la parte superior del manto) se encuentra dividida en grandes bloques denominados placas tectónicas. Estas placas cubren toda la superficie del planeta y encajan entre sí como las piezas de un complejo rompecabezas.
  2. La mayor parte de la actividad geológica interna de la Tierra, como los terremotos (sismicidad) y las erupciones volcánicas (vulcanismo), se concentra en los límites o bordes donde estas placas interactúan. En el interior de las placas (zonas intraplaca), esta actividad es considerablemente más escasa y, por lo general, de menor intensidad.
  3. Los fondos oceánicos se generan continuamente en las dorsales oceánicas (límites divergentes), a partir de magmas procedentes del manto astenosférico. Por otro lado, los fondos oceánicos más antiguos se destruyen mediante el proceso de subducción en las fosas oceánicas (límites convergentes).
  4. Las placas tectónicas, impulsadas principalmente por las corrientes de convección en el manto y otras fuerzas como la tracción de la placa que subduce (slab pull), se encuentran en constante movimiento relativo. Al desplazarse, arrastran consigo a los continentes (lo que explica la deriva continental) e interaccionan en sus bordes de diversas maneras:
    • Donde dos placas se separan (límites divergentes), se pueden generar nuevos océanos.
    • Donde dos placas se acercan y colisionan (límites convergentes), se pueden levantar imponentes cordilleras.
    • Donde dos placas se deslizan lateralmente una respecto a la otra (límites transformantes), se generan importantes fallas.

Fenómenos Geológicos Explicados por la Teoría de Tectónica de Placas

La teoría de la tectónica de placas proporciona un marco unificador para comprender una amplia gama de fenómenos geológicos, entre ellos:

  1. La distribución global de la actividad sísmica y volcánica, concentrada principalmente en los bordes de placa.
  2. La distribución actual y la evolución pasada de los continentes y océanos, incluyendo la apertura y cierre de cuencas oceánicas y la deriva de los continentes a lo largo del tiempo geológico.
  3. La formación de las grandes cordilleras (orogénesis), tanto de tipo andino (por subducción en márgenes continentales activos) como de tipo alpino-himalayo (por colisión entre continentes).
  4. La génesis (creación en dorsales) y destrucción (consumo por subdución) de los fondos oceánicos, lo que explica su relativa juventud (generalmente menos de 200 millones de años) en comparación con las rocas continentales, mucho más antiguas.
  5. La distribución de importantes yacimientos minerales y de combustibles fósiles (petróleo, gas natural, carbón), cuya formación y localización están a menudo controladas por procesos tectónicos específicos y la historia geológica de las placas.

El Ciclo de Wilson: Evolución Dinámica de Océanos y Continentes

El Ciclo de Wilson, conceptualizado por el geofísico canadiense J. Tuzo Wilson, describe la secuencia recurrente de procesos tectónicos que explican la apertura y cierre de las cuencas oceánicas, así como la fragmentación y posterior colisión de las masas continentales a lo largo del tiempo geológico. Las etapas principales, basadas en el texto proporcionado y reordenadas secuencialmente, son:

  1. Formación de un Domo Térmico: El ciclo a menudo se inicia con la acumulación de calor procedente del manto (posiblemente debido a una pluma mantélica) debajo de una masa continental estable (cratón). Este calor provoca la dilatación de los materiales litosféricos y un abombamiento o elevación generalizada de la superficie continental.
  2. Etapa de Rift Continental (Rifting): Como consecuencia del abombamiento y las intensas tensiones extensionales asociadas, la litosfera continental se fractura y adelgaza progresivamente. Se forman grandes sistemas de fallas normales que dan lugar a un valle de rift o fosa tectónica (ejemplos actuales: el Rift de África Oriental, el Valle del Rin). Esta etapa suele ir acompañada de actividad volcánica significativa (magmatismo de rift).
  3. Etapa de Mar Estrecho (Océano Incipiente): La separación de los bloques continentales, producto del rifting, progresa hasta completarse. Comienza a generarse nueva litosfera oceánica de composición basáltica entre ambos fragmentos a través de una dorsal oceánica incipiente que se forma en el eje del rift. Esto da lugar a un mar estrecho y alargado, precursor de un océano mayor (ejemplo actual: el Mar Rojo, el Golfo de Adén).
  4. Etapa de Océano Tipo Pacífico (Inicio del Cierre Oceánico): Después de una fase de expansión y maduración oceánica (etapa no detallada como un punto separado en la secuencia original, pero que daría lugar a un océano amplio con márgenes pasivos, como el Océano Atlántico actual), el océano comienza a cerrarse. Esto ocurre por la aparición de zonas de subducción en uno o varios de sus bordes, donde la litosfera oceánica más antigua, fría y densa, se hunde (subduce) bajo otra placa (que puede ser oceánica o continental). Los océanos con márgenes activos de subducción son característicos de esta fase (de ahí la referencia al Océano Pacífico, bordeado por numerosas zonas de subducción).
  5. Etapa de Acercamiento Continental y Reducción Oceánica: La subducción continúa consumiendo la litosfera oceánica, lo que provoca que la cuenca oceánica se reduzca progresivamente en tamaño. Los bloques continentales que bordeaban el océano se acercan cada vez más. Los sedimentos marinos acumulados en los márgenes continentales y en el fondo oceánico, así como posibles arcos de islas formados previamente, comienzan a deformarse, plegarse y a acrecionarse contra el margen de la placa cabalgante.
  6. Etapa de Colisión Continental (Orogénesis de Colisión): Finalmente, la totalidad de la litosfera oceánica que separaba los bloques continentales ha sido consumida por subducción, y los bloques continentales entran en colisión. Los bordes de ambos continentes, junto con los sedimentos marinos, fragmentos de corteza oceánica (ofiolitas) y arcos volcánicos atrapados entre ellos, sufren una intensa deformación (plegamiento y fallamiento), metamorfismo y engrosamiento cortical, elevándose para formar una gran cordillera de colisión (ejemplo: el Himalaya, resultado de la colisión entre la Placa Índica y la Placa Euroasiática).
  7. Etapa Final (Sutura Continental y Peneplanización): Las masas continentales quedan soldadas o suturadas a lo largo de la cicatriz de la colisión, formando un continente de mayor tamaño (supercontinente). La cordillera de colisión, ahora tectónicamente inactiva, comienza a ser desmantelada por los procesos erosivos (meteorización, transporte y sedimentación) a lo largo de millones de años. Eventualmente, el relieve puede reducirse a una penillanura, y el supercontinente resultante podría estar sujeto a un nuevo ciclo de fragmentación, reiniciando el Ciclo de Wilson en otra configuración geodinámica.

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