Disgrafía: Claves para su Diagnóstico y Comprensión de sus Causas

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Diagnóstico de la Disgrafía

Es necesario centrar nuestra atención y evaluar las siguientes áreas:

Capacidades psicomotoras generales

  • Lateralidad: La evaluación de la dominancia lateral es clave.
  • Esquema corporal: Evaluación del grado con que el niño es capaz de interiorizar la imagen corporal.
  • Coordinación visomotora.
  • Organización espaciotemporal: Determinar el conocimiento de las nociones espaciales básicas.

Coordinación funcional de la mano

  • Control segmentario: Independencia brazo-hombro, muñeca-mano, etc. Pedir al niño que realice movimientos en los que necesite realizar giros independientes del brazo con respecto al antebrazo, y de la mano con respecto a la muñeca.
  • Coordinación dinámica de las manos: Observar la fluidez de los movimientos de manos y dedos. Actividades que exijan la independencia y coordinación de estos, como sacar los dedos de uno en uno con el puño cerrado, hacer juego de muñeca, etc.

Hábitos neuromotrices

  • Aspectos motrices generales: Evaluación del equilibrio estático y dinámico del cuerpo o la coordinación, como el adecuado control de movimientos.
  • Postura gráfica: Evaluar la postura del niño observando la actitud de la cabeza, posición del codo y el antebrazo, la oblicuidad con respecto a la línea de escritura, el grado de extensión o flexión de la mano o la inclinación del papel.

Causas de la Disgrafía

Fernández, S., Díaz, D., Bueno, P., Cabañas, B., y Jiménez, G. (2009) mencionan cuatro factores que pueden provocar este trastorno de la escritura:

  1. Dificultades de lateralización: Los trastornos más frecuentes son el ambidextrismo o niños que, siendo diestros o zurdos, lo son de una forma débil y poco definida.
  2. Trastornos de deficiencia psicomotora: En este caso podemos distinguir tres categorías:
    • Niños con perturbaciones del equilibrio y de la organización cinética.
    • Niños con motricidad débil.
    • Niños inestables.
  3. Niños torpes motrices: Con una motricidad débil, la cual les provoca un fracaso en actividades de rapidez y equilibrio. Además, sujetan defectuosamente el lápiz, la escritura es muy lenta y la postura inadecuada.
  4. Niños hipercinéticos: Opuestos a los anteriores. Se muestran inquietos, su escritura es muy irregular, con letras fragmentadas y trazos imprecisos.

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