Dominando la Argumentación Escrita: Estrategias y Tipos de Persuasión
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Argumentación: Concepto y Propósito
Argumentar consiste en defender una tesis mediante argumentos con el objetivo de convencer al receptor. Es una actividad discursiva fundamental. El objetivo principal de una argumentación es que el receptor (quien escucha o lee) termine convencido de la veracidad de la tesis que defendemos y la comparta.
La argumentación se inicia cuando se presentan razones que justifican una opinión o tesis. Para ello, se recurre a los conocimientos, la habilidad lingüística y la experiencia del argumentador.
Construcción de un Texto Argumentativo
Para elaborar un texto argumentativo eficaz, se recomienda seguir dos fases clave:
1. Planificación
Esta fase debe ser clara y ordenada. El primer paso es organizar las ideas:
- Definir el tema con claridad.
- Proponer la tesis a defender con la mayor precisión.
- Analizar las razones que sustentan la opinión.
- Buscar argumentos persuasivos.
- Anticipar posibles objeciones del receptor y preparar contraargumentos.
- Dar forma al esquema general del texto.
2. Organización (Estructura)
Se recomienda una estructura simple y clara para el texto argumentativo:
- Introducción: Presentación del tema, destacando su interés, actualidad y pertinencia.
- Tesis: Puede presentarse de tres maneras:
- Estructura deductiva: Al principio del texto.
- Estructura inductiva: Al final, como conclusión.
- Estructura encuadrada: Al principio y retomada al final.
- Cuerpo Argumentativo: Desarrollo de los argumentos que defienden la opinión o tesis.
- Conclusión: Recapitulación de la tesis, reforzada por los argumentos presentados y con posibles nuevos matices.
Tipos de Argumentos: Recursos de Persuasión
Existen diversos recursos o modos de convencimiento básicos para fortalecer una argumentación:
- Argumento de Ejemplificación: Es muy común utilizar ejemplos para convencer. Se suelen emplear ejemplos basados en experiencias propias o ajenas para apoyar la tesis. Los ejemplos pueden ser generalizados o datos extraídos del conocimiento del mundo.
- Argumento de Analogía: Es uno de los recursos más utilizados a lo largo de la historia. Fábulas, ejemplos medievales o parábolas son manifestaciones de este procedimiento. Consiste en establecer una comparación entre la situación que se argumenta y otra más simple y fácil de comprender (una situación hipotética). Se busca resaltar similitudes que, de otro modo, podrían pasarse por alto.
- Argumento de Autoridad: Fue muy utilizado en la Edad Media, donde se otorgaba gran valor a las afirmaciones de figuras consideradas superiores. Este tipo de argumento se basa en la opinión o el conocimiento de una persona experta en la materia o de una figura con autoridad reconocida. Por ejemplo: Albert Einstein o John Lennon.
- Cita Textual: En ciertos casos, es necesario incluir una cita literal de una fuente fiable que aborde el tema y respalde los argumentos. Es imprescindible mencionar la fuente de la cita para garantizar su credibilidad.