Dominio Colonial en África, Marxismo y la Unificación Alemana: Claves Históricas
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El Reparto de África
Reparto de África: El 90% de África estaba en manos de las potencias europeas. Solo dos zonas quedaron libres: Liberia, que se convirtió en un protectorado de Estados Unidos, y Etiopía, que consiguió frenar la ambición anexionista italiana desde Eritrea. En el resto del continente, el Reino Unido intentó dominar las áreas próximas a las rutas marítimas que comunicaban la metrópoli. Implantó un protectorado en Egipto para dominar el Canal de Suez e intentó establecer una columna continua de colonias que comunicase El Cairo con Ciudad del Cabo. Chocó con Francia, que intentaba constituir un cinturón de colonias africanas. El conflicto alcanzó su punto álgido en 1898 durante la crisis de Fashoda (Sudán), que se saldó con la retirada francesa. La pretensión británica de formar una columna continua fue obstaculizada por Alemania. Alemania pretendió crear un cinturón colonial que uniese su África Oriental con África del Sudoeste y las posesiones de Camerún y Togo. La negativa británica y francesa a ese proyecto germano permitió la instalación de colonias de potencias europeas menores, con estados "tapón": el Congo (Bélgica) y Angola y Mozambique (Portugal). La rivalidad anglo-francesa posibilitó la expansión de Italia y España, como estados amortiguadores y "colchón": el Marruecos español evitó que Francia se expandiera por los británicos, y Libia italiana separaba Túnez (francés) del Egipto británico.
Marxismo y Anarquismo
Marxismo y Anarquismo: El marxismo, basado en las ideas de Karl Marx y Friedrich Engels, es una teoría socioeconómica que propone la abolición del sistema capitalista mediante una revolución proletaria. Marx argumentaba que el capitalismo conducía inevitablemente a la explotación de la clase trabajadora y a la concentración de la riqueza en manos de una pequeña élite. Según el marxismo, esta situación solo puede ser superada mediante la instauración de una sociedad sin clases, donde los medios de producción sean propiedad común y la distribución de la riqueza sea equitativa.
Por otro lado, el anarquismo es una corriente política que aboga por la abolición del Estado y la organización de la sociedad basada en la cooperación voluntaria y la autogestión de las comunidades. Los anarquistas rechazan toda forma de autoridad jerárquica, ya sea política, económica o social, y promueven la organización horizontal y la toma de decisiones descentralizada. Aunque comparten objetivos similares de emancipación y justicia social con el marxismo, los anarquistas discrepan en cuanto a los medios para lograr estos fines, prefiriendo la acción directa y la resistencia pacífica frente a la toma del poder estatal.
La Unificación Alemana
Unificación Alemana: La unificación alemana fue un proceso histórico que culminó en la creación del Imperio Alemán en 1871. Antes de la unificación, Alemania estaba dividida en una multiplicidad de estados independientes, cada uno con su propio gobierno y sistema político. El proceso de unificación fue liderado principalmente por Otto von Bismarck, canciller de Prusia, quien utilizó una combinación de diplomacia astuta y guerra para consolidar el poder prusiano y reunir a los estados alemanes bajo el liderazgo de Prusia. Las principales etapas de este proceso incluyeron la guerra contra Dinamarca en 1864, la guerra austro-prusiana en 1866 y la guerra franco-prusiana en 1870-1871. La victoria en esta última guerra llevó a la proclamación del Imperio Alemán en el Palacio de Versalles el 18 de enero de 1871, con el rey de Prusia, Guillermo I, proclamado como emperador. La unificación alemana marcó el surgimiento de Alemania como una potencia continental y tuvo importantes repercusiones políticas y militares en Europa.