Doña Bárbara: Conflictos en el Llano y la Influencia de Mister Danger

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Capítulo IX: Las Veladas de la Vaquería

Las separaciones del ganado de los distintos hatos continuaban. Santos sorprende a Balbino marcando reses que no le pertenecen. Balbino se defiende y le pregunta si piensa cambiar las costumbres del llano. Santos responde que eso exactamente se propone.

Sábado por la noche, día de fiesta en Altamira. Todos bailan y se divierten, salvo Santos y Marisela. La joven, al sentirse despechada, invita a Pajarote a bailar. Santos le da permiso al peón, que llega feliz con la flor de Altamira.

Capítulo XIII: Los Derechos de Mister Danger

Guillermo Danger había llegado hacía algunos años. Se le acogió con simpatía a este gringo, que consideraba inferiores a todos aquellos que no tuvieran ojos azules. Cazador que exportaba pieles de caimanes. Desde la fundación del hato de El Miedo, Mister Danger se hizo amigo de Doña Bárbara. Esa noche, Doña Bárbara, su amante en turno, y Mister Danger cenaron. Doña Bárbara no tardó en emborrachar a su amante criollo y comenzó a coquetear con el gringo. Lo invitaron a una celebración de brujería donde sería sacrificado un caballo. Mister Danger accede emocionado. Llegaron por la noche al lugar y en una zanja previamente hecha, echaron a un caballo viejo a morir. El amante fue atacado con un fulminante ataque de riñón y cayó muerto a la zanja; también Doña Bárbara contribuyó con una lanza. Pero Mister Danger no se dejó impresionar y se fue de ahí.

Posteriormente, Mister Danger se presentó en El Miedo para abogar por la Barquereña y el resto de las propiedades de Lorenzo Barquero, a quién suministraba alcohol, pidiéndole a Doña Bárbara que no se las incautase. Doña Bárbara le concede su petición.

Mister Danger recibe la carta de Santos. Al día siguiente se vieron, y Mister Danger, con un mapa hecho a mano, le insiste a Santos que invadirá propiedad privada. Santos no acepta sus invitaciones de vino y, firme, mantiene que esos terrenos le pertenecen. Mister Danger, sin dejarse intimidar, le enseña unas escrituras firmadas por Lorenzo Barquero donde prohíbe el levantamiento de una palizada, o cerca, en esos terrenos encargados al buen amigo. Santos no contaba con ese contrato, aunque sospechó, por la firma temblorosa, de qué manera se consiguió. Santos pide disculpas y se va. Mister Danger le ofrece su amistad. Santos la rechaza.

Santos camina rumbo a casa de Lorenzo Barquero, entra y lo encuentra dormido. Le toma la presión y sospecha del poco tiempo que le queda. Mister Danger, quien había seguido a Santos, llega y, burlón como siempre, defiende a Lorenzo, que ya se quiere morir. Marisela entra también y es objeto de burla del gringo, quien dice haber comprado todos los derechos. Mister Danger se va y Santos decide llevarse a Marisela, quien no pasa desapercibida por su limpieza y la de la casa, a vivir junto con su padre, a Altamira.

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