La Duda Metódica de Descartes: En Busca de la Certeza
Clasificado en Filosofía y ética
Escrito el en español con un tamaño de 3,32 KB
Duda y certeza
Para entender la “duda” de Descartes, ésta es necesaria como “medicina mental” que cure o libere al saber de los prejuicios a los que se veía sometido por la filosofía escolástica. De manera que el principal objetivo de toda su filosofía será encontrar la certeza, una verdad de la que podamos estar seguros, basándose en el buen uso de la razón y no en la revelación divina ni en la autoridad de otros filósofos. Para ello será necesario poner en cuestión el conjunto del saber recibido de la tradición filosófica anterior. De modo que examinará todas las ideas que tenemos de las cosas para ver si existe alguna que no sea eliminada por la duda y se muestre cierta, con el fin de no tomar nunca por verdadera una idea que pueda ser falsa.
Pero, ¿cuáles son las características de la duda?
a) Duda metódica
En primer lugar, la duda es “metódica”, porque en ella se basa la primera regla de su método para descubrir una verdad indudable y no tomar nunca por verdadera una idea que sea falsa. No debemos aceptar como verdadero nada más que lo que se presente tan “clara y distintamente” que no sea posible ponerlo en duda, en que la verdad sea “indudable” con el fin de alcanzar un primer principio cierto. Para ello, empezará dudando de todos los conocimientos que ha adquirido.
b) Duda universal y radical
En tercer lugar, la duda es “universal y radical” porque pone en cuestión todos nuestros conocimientos, los recibidos por los sentidos, la razón o la ciencia. La duda debe aplicarse a todo lo que pueda ser dudado. Incluso en el caso de que no podamos demostrar que algo es falso, si nos cabe alguna duda de que sea verdadero, podemos demostrar como si fuese falso.
Pero, ¿por qué debemos dudar de la información que procede de los sentidos, así como de todas las operaciones de la mente?
Duda de los sentidos
Nos engañan en muchas ocasiones y pueden engañarnos siempre, hemos de considerar falsos todos los conocimientos, pues no hay certeza de que esos conocimientos sean verdaderos. Descartes duda de que sea imposible distinguir lo que percibimos por los sentidos cuando estamos despiertos. En cuestión, todas las percepciones de nuestros sentidos.
Duda de la razón
Muchas veces no nos equivocamos al razonar, pero caemos en el error de que hay conocimientos que creemos que son verdaderos, que según Descartes, también pueden ponerse en cuestión, porque todos los razonamientos también podrían ser falsos. Como sostiene en sus meditaciones metafísicas, un genio maligno podría hacer que nos engañemos siempre, haciendo creer que algo que es falso nos parezca verdadero. Por ello, la duda es universal.
Descartes se da cuenta de que por mucho que dude de todo hay algo de lo que no puede dudar, y es de que piensa. Puede ser falso todo lo que pienso, pero lo que es absolutamente indudable es que yo lo estoy pensando. Si no existiese no podría dudar. Pienso, luego existo. Hay algo de lo que está completamente seguro, el cogito se convierte en la primera certeza y el primer principio metodológico del que se derivarán todas las demás verdades. Una sola verdad de la que estuviéramos totalmente seguros bastaría para deducir de ella todo el sistema de la nueva filosofía.